El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha dicho este lunes que está reforzando sus operaciones de ayuda en Venezuela ante el deterioro de la situación interna y las dificultades que afrontan los ciudadanos que dejan el país. Según el director de operaciones del CICR, Dominik Stillhart, los venezolanos se enfrentan a una "situación crítica" como consecuencia de la crisis económica y la "violencia crónica" que se vive desde hace mucho tiempo.

Además, Stillhart ha destacado la vulnerable situación de los ciudadanos que están abandonando el país y que circulan por áreas fronterizas "muy violentas", exponiéndose a "increíbles abusos y explotación". "Por eso estamos ampliando nuestra respuesta en Venezuela junto a la Cruz Roja venezolana, que tiene un papel clave", ha explicado el responsable de la organización internacional en un encuentro con periodistas en Nueva York. La organización había asignado un presupuesto de cerca de 10 millones de dólares para sus actividades este año en Venezuela, unas cifra relativamente baja en comparación con las de otros países y que ahora está revisando al alza.

"No estamos haciendo lo suficiente. Hace falta más", ha insistido Stillhart, que visitó la frontera entre el país y Colombia a finales del pasado año. Según dijo, el CICR tiene tradicionalmente una presencia importante en el lado colombiano de la frontera y ahora está reforzando sus actividades en el lado venezolano. Además, apuntó que cualquier tipo de sanciones "a gran escala" contra el país tendrán "consecuencias humanitarias", como ocurre siempre con ese tipo de medidas.

BUENA ESTRATEGIA

El autoproclamado presidente interino venezolano, Juan Guaidó, reveló este fin de semana que se han abierto tres puntos de concentración de ayuda humanitaria, procedente de EEUU y sus países aliados en la región. Uno de ellos en la ciudad de Cúcuta, en Colombia, otra en un punto de la frontera entre Venezuela y Brasil y otro en una isla del Caribe que no precisó. La oposición considera esta iniciativa una buena estrategia para presionar a Maduro y al Ejército, que es quien custodia las fronteras.

Maduro, por su lado, ha vuelto a rechazar este lunes que se pida apoyo humanitario para su país y ha dicho que la oposición, que impulsa esta asistencia con otros países, necesita "ayuda mental". "A ver si algún día tienen un poco de dignidad y se le plantan a quienes desde el norte nos tratan y nos maltratan con órdenes y contraórdenes", ha afirmado. "A Venezuela no se le puede hacer una promesa falsa de una supuesta ayuda humanitaria, a Venezuela hay que convocarla al trabajo, a la producción, al crecimiento de nuestra economía, no somos mendigos de nadie", ha dicho.