La crisis venezolana se tiñe de sangre. Al menos 10 personas murieron entre la noche del jueves y la madrugada del viernes tras los saqueos de una panadería en el barrio de San Andrés de Caracas. Siete de ellas perdieron la vida al electrocutarse con el cable de una nevera en San Andrés. Tres heridos fueron llevados de urgencia al Hospital Universitario de Caracas. Otras dos personas fallecieron al recibir disparos. Entre las víctimas se encuentra el dueño del negocio que trató de impedir el saqueo. A su vez, se reportó el deceso de un joven en El Petare, uno de los barrios más chavistas de la capital venezolana.

A las protestas de la oposición en las calles se sumaron en la noche los cacerolazos. Un grupo armado atacó con gases lacrimógenos el hospital Materno Infantil donde se encontraban 54 niños, según una denuncia de la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez. Esas “bandas armadas”, dijo, fueron “contratadas por la oposición”. El presidente Nicolás Maduro, añadió la ministra, “ha dado instrucción de evacuar el hospital para resguardar a los niños y recién nacidos”.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó a una nueva marcha este sábado y a un “gran plantón nacional” el lunes en todas las autopistas y principales vías del país. La MUD quiere lograr el objetivo que le resultó infructuoso en el 2016 y después de controlar el Parlamento: forzar una salida electoral que ponga fin por medio de los votos al Gobierno de Maduro.

El diputado Freddy Guevara, vicepresidente de la Asamblea Nacional, dijo que, a pesar de la decisión del chavismo de dificultar la ocupación del espacio público, los venezolanos deben “ratificar el derecho a la protesta, por ser un derecho que está en la Constitución”. A su vez, Guevara convocó a la población a “honrar” a los tres fallecidos durante los primeros días de protesta.

INQUIETUD EN LA REGIÓN

La situación venezolana provoca una creciente preocupación regional. Después de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos denunciará la creciente militarización del país, su colega uruguayo, Tabaré Vázquez, calificó de dramático lo que está ocurriendo en Venezuela. No obstante, se pronuncio contra cualquier intento de injerencia exterior. “El pequeño grupo de gobiernos que han manifestado su apoyo público a la oposición venezolana ha alentado esta violencia vandálica y extrema”, les respondió la cancillera Rodríguez.

El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, denunció por su parte supuestas acciones de sabotaje eléctrico en diferentes estados del país por “grupos vandálicos”. Mientras tanto, Freddy Bernal, uno de los principales dirigentes del chavismo en Caracas, aseguró que la situación en la capital es de “normalidad” a pesar de algunos “focos reales” de disturbios promovidos por la oposición. “Maduro sigue mandando, unos terroristas no van a derrocar al Gobierno”.