«Salvar vidas es innegociable, y no autorizar salidas de barcos o negarles un puerto, es un crimen», reza el artículo cinco de un manifiesto que sella la alianza entre varios alcaldes de España, Italia y otros países europeos que ayer firmaron en Roma con la pretensión de combatir el drama humanitario que se vive en el Mediterráneo. El viernes por la noche el papa Francisco también recibió a los impulsores de la iniciativa, entre los que se encuentra el director de la oenegé española Proactiva Open Arms, Òscar Camps.

La alianza de Roma «es solo un primer paso», explicó Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, que asitió al encuentro junto con sus homólogos de Madrid, Zaragoza, Nápoles, Palermo, Bolonia, Latina y Siracusa (Sicilia). A estos se unen otros, principalmente de Alemania, que no estuvieron en el encuentro romano.

«La UE naufraga, porque viola la ley del mar», dijo Colau durante la rueda de prensa. «El documento firmado es una plataforma para toda Europa», añadió a este diario Leoluca Orlando, alcalde de Palermo (Sicilia), el primero en Italia que se negó a aplicar el llamado decreto sobre la seguridad de Interior y que sigue admitiendo a inmigrados en el registro civil de la ciudad.

En este momento en el Mediterráneo no opera ninguna nave de oenegés, por no contar con los permisos públicos para salir de los puertos o porque están secuestradas en otros. En los últimos cinco años 17.000 personas han muerto ahogadas en el Mediterráneo.