Las consecuencias para Donald Trump de la trascendental victoria que lograron los demócratas al hacerse en las legislativas de noviembre con la mayoría de la Cámara baja se hicieron evidentes ayer para el presidente de Estados Unidos. El Comité Judicial en esa cámara puso en marcha la mayor investigación hasta la fecha sobre el presidente, su Administración y sus negocios. Buscan determinar si ha habido obstrucción de la justicia, corrupción y abuso de poder y, de probarlo, podrían poder en marcha el proceso de impeachment.

El comité, que preside el demócrata Jerrold Nadler, ha enviado 81 cartas a familiares de Trump, asociados empresariales y políticos, la Casa Blanca y varios departamentos del Gobierno pidiendo documentos, que ahora tienen dos semanas para entregar. El proceso se augura lento y puede ralentizarse si quienes han recibido las cartas apelan a los tribunales o si la Casa Blanca intenta usar el poder ejecutivo para negarse a entregar información. De momento, la portavoz de Trump, Sarah Huckabee Sanders, solo constató en un comunicado que se había recibido la petición del comité y dijo que tanto el consejo legal y otros cargos de la Casa Blanca «la revisarán y contestarán en el momento adecuado». El propio presidente, por su parte, defendió: «Coopero con todo el mundo todo el tiempo» e insistió en que «no hubo colusión, es todo un timo».

Entre quienes recibieron las cartas están los hijos del presidente, Donald Jr. y Eric Trump (aunque, llamativamente, no Ivanka), su yerno y asesor Jared Kushner; la Organización Trump y la clausurada Fundación Trump; los equipos de campaña y transición, el comité que se encargó de la toma de posesión y su presidente, Tom Barrack; exasesores de la Casa Blanca como Hope Hicks y Stephen Bannon y la Casa Blanca y el Departamento de Justicia. También se enviaron misivas a la Asociación Nacional del Rifle, Cambridge Analytica y Wikileaks.

Asimismo, el comité pide información a David Pecker, el presidente de American Media Inc, la editora del National Enquirer, que pagó a la exmodelo de Playboy Karen McDougal para silenciar su historia sobre una supuesta relación sexual con Trump, algo que también se hizo en el caso de la estrella pornográfica Stormy Daniels. Esos son algunos de los nombres en los que puso el foco la semana pasada en su explosivo testimonio ante el Congreso Michael Cohen, el exabogado personal de Trump.