Un tribunal de la localidad de Longyan, en el sureste de China, condenó a muerte a un hombre que, armado con un cuchillo, secuestró un autobús y atropelló a varios peatones a finales del mes pasado, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.

El reo, llamado Qiu Rihui, fue declarado culpable de homicidio y de poner en peligro la seguridad pública, por lo que será ejecutado; asimismo, se le retiraron los derechos políticos.

El suceso se registró el 25 de diciembre, cuando Qiu, un desempleado oriundo de Longyan, atacó con un arma blanca al conductor del autocar y posteriormente atropelló a un grupo de peatones.

Las informaciones que se publicaron aquel día hablaban de una veintena de heridos, aunque en su despacho de hoy Xinhua no hace alusión alguna a su estado más allá de elevar la cifra de fallecidos de los cinco reportados aquel día a ocho.

Las investigaciones policiales mostraron que ese mismo día Qiu había "tenido un conflicto" con un funcionario del comité del vecindario, con quien ya había tenido múltiples desencuentros.

Pese a que China trata de mantener siempre su imagen de país seguro, los ataques en lugares públicos son relativamente comunes.