Una jueza federal de Estados Unidos ha condenado a 18 meses de prisión a la ciudadana rusa María Butina por trabajar para el Kremlin durante su estancia en el país sin haberse registrado oficialmente como agente extranjera.

Butina se declaró culpable de haber conspirado para infiltrarse en círculos conservadores de EEUU, organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle (ANR), con el fin de establecer vías de comunicación entre el Gobierno ruso y la Administración de Trump. Sus actividades estuvieron coordinadas con Aleksander Toshkin, exvicegobernador del Banco Central ruso y miembro vitalicio de la NRA. También mantuvo una relación sentimental con un conocido lobista republicano y de la ANR. Butina ha cooperado con la investigación y será repatriada a Rusia cuando cumpla nueve meses de prisión, ya que ha pasado otros nueve encerrada en aislamiento solitario.