En la primera ronda de sanciones, EEUU prohíbe al Gobierno de Irán comprar o adquirir dólares (y el comercio de oro y otros metales. Impone restricciones al comercio de grafito, aluminio, acero y carbón y al sector del automóvil iraní y revoca permisos que permitían exportar a EEUU alfombras y alimentos como el pistacho.

El petróleo y el gas, en noviembre

El próximo 5 de noviembre está previsto que entre en vigor el segundo paquete de medidas, que dará un golpe aún mayor a la economía iraní pues afectarán al petróleo, principal fuente de ingresos del estado persa. No solo se limitará el comercio de crudo y gas, sino también a operadores portuarios y a sectores de energía y astilleros.

Inflacion y paro, las consecuencias

El mayor golpe para la economía iraní se espera a partir de noviembre, cuando expertos en la materia calculan por su parte que las exportaciones de crudo podrán recortarse hasta en un 70%. Pero los efectos de la presión ya se sienten en una economía golpeada, donde el rial está devaluado, la inflación desbocada y el paro es del 12,5%.

Más dificultades para Rohani

EEUU busca con las sanciones presionar a Irán para negociar en los términos que quiere Washington pero a la vez hará más difícil la situación interna del presidente Hasán Rohani y de otros políticos moderados, De momento Teherán ha amenazado con ejercicios militares en el estrecho de Ormuz, vital para el tráfico marítimo de crudo.

Un nuevo frente con China

Trump no solo ha abierto un nuevo frente con la UE sino también con China, uno de los principales aliados de Irán y con quien las tensiones comerciales y políticas de Washington son mayores que con Bruselas. Tampoco las presiones han sentado bien a la India, uno de los principales importadores de petróleo iraní.