Colombia ultimó detalles para reabrir el puente Simón Bolívar, el principal paso fronterizo con Venezuela, tres días después de que fuera cerrado por los disturbios que ocurren en la zona desde el sábado 23 de febrero cuando se intentó ingresar ayuda humanitaria al país petrolero.

Inicialmente, los pasos fronterizos del departamento colombiano de Norte de Santander, cuya capital es Cúcuta, fueron cerrados. Sin embargo, Migración Colombia informó que la medida fue prorrogada un día más por los disturbios en los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.

En el Simón Bolívar, que une a Cúcuta con la ciudad venezolana de San Antonio del Táchira, las autoridades ya recolocaron las vallas que dividen la salida de nacionales y extranjeros del país, y pusieron las carpas en donde las personas que quieren entrar a Colombia tienen que presentar sus documentos.

PREPARAN EL CAMINO

En la zona también se observa como en el lado venezolano algunos uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y miembros de la Misión Robert Serra, un programa del Gobierno de Nicolás Maduro para los jóvenes, quitaron las rocas y la basura que había quedado tras los disturbios de los tres días anteriores. En ese contexto, los guardias venezolanos quedaron a metros de los militares colombianos y los miembros de migración, con quienes tuvieron un encuentro "amistoso".

En las áreas cercanas al puente, por las que se llega a la parte de abajo, también hay miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía colombiana (Esmad) preparados para atender cualquier situación anormal que se pueda presentar, como los disturbios de ayer que dejaron cuatro heridos.

Mientras tanto, en el Francisco de Paula Santander persistieron los disturbios y desde temprano los encapuchados arrojaron cócteles molotov y piedras al lado venezolano, a lo que los guardias les respondieron con perdigones y gases lacrimógenos. Incluso algunos de los manifestantes incendiaron neumáticos y se vivieron momentos de tensión, a diferencia de lo que ocurrió en el puente Simón Bolívar.

SOLDADOS VENEZOLANOS DESERTAN

Por otra parte, a lo largo del día otros miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) huyeron de Venezuela y llegaron a Colombia a pedir refugio. En total, según Migración Colombia, ya son 326 los que lo han hecho.

"Al momento hemos recibido más de 320 hermanos venezolanos, militares de la guardia venezolana que vienen huyendo a solicitar un apoyo a nuestro país. Es una cifra que viene creciendo. Hay diferentes tipologías: algunos están llegando con uniforme, con armamento; otros llegan de civil y otros llegan con sus familias", afirmó el director de Migración Colombia, Christian Krüger.

Por el cierre de la frontera muchos venezolanos aún están atrapados en Colombia con la incertidumbre de saber qué es lo que va a ocurrir en las próximas horas, cuando se prevé sean abiertos los pasos, y por eso analizan las diferentes opciones que tienen para regresar.

REGRESAR A VENEZUELA

Uno de esos casos es el de Javier Rosales, quien llegó a Cúcuta desde San Juan de Colón, en el fronterizo estado de Táchira, el viernes pasado para apoyar el paso de la ayuda humanitaria a su país. "Tengo coordinado regresar a Venezuela por un paso ilegal bastante conocido acá en la frontera, pero por seguridad la mayoría no indica cómo hacerlo (...) Ya hemos verificado, ya pasó un grupo y gracias a Dios llegaron bien", relató a Efe Rosales, quien llegó a Colombia con ocho personas más.

Esos pasos son conocidos como "trochas" y en ellos operan bandas criminales que se dedican al tráfico de drogas y al narcotráfico, pero pese a ello Rosales prefiere hacerlo así antes que intentar cruzar por un puente fronterizo. "No es una opción para nosotros cruzar por el puente a menos que exista gran cantidad de personas haciéndolo al mismo tiempo para evitar ser tildados como grupos políticos o como organizaciones terroristas, porque la verdad es que violencia no quisiéramos", aseveró.

Otros, como Johana González, quien vive en San Antonio y llegó por una trocha a Colombia por primera vez en su vida, algo a lo que se vio obligada porque trabaja como vendedora ambulante en Cúcuta. "Fue un poquito largo (el trayecto por la trocha), pero poco a poco hay que llevar las cosas con calma (...) Esperar a ver que abran el puente, a ver cuándo se deciden a abrir el puente", manifestó a Efe y agregó que cree que el paso por el Simón Bolívar del lado venezolano no será habilitado pronto.