Michael Cohen, el exabogado personal de Trump, acusó ayer en el Congreso al presidente de haberle instado a mentir en público y a la primera dama, una vez que ya ocupaba la Casa Blanca, sobre el pago que se hizo antes de las elecciones a la estrella pornográfica Stormy Daniels para silenciarla sobre su supuesta relación sexual. Cohen aportó un cheque que recibió en agosto del 2017 de la cuenta personal de Trump firmado por el presidente y también otros firmados por Allen Weisselberg, consejero financiero de la Organización Trump y Donald Trump Jr. para corroborar que recibió de forma fragmentada la devolución de lo pagó a Daniels, una forma de intentar silenciar la implicación del presidente en la potencial violación de leyes de financiación de campaña. Además, aseguró que el presidente le hizo mentir a Melania Trump.

La explosiva revelación fue la más significativa pero no la única en la comparecencia de Cohen ante el comité de control de la Cámara Baja, controlada desde enero por los demócratas. Y el antiguo letrado (al que el martes el colegio de abogados retiró la licencia) ha apuntado, entre otras cosas, que durante la campaña Trump supo de antemano que Wikileaks iba a hacer públicos miles de correos electrónicos de los demócratas que impactaron negativamente a Hillary Clinton, asegurando que fue testigo presencial de una llamada de Roger Stone en la que este informó a Trump. Asimismo, Cohen dijo haber presenciado una conversación entre Trump y su hijo mayor que demostraría que el entonces candidato estaba informado de la reunión organizada en la Torre Trump con una abogada rusa en la que se prometió darles información comprometedora sobre Clinton.

Retransmitida en directo por televisión, robando en Estados Unidos toda la atención a la cumbre en Vietnam de Trump con Kim Jong-un, la comparecencia de Cohen fue una sesión de tintes históricos, intensa y con una marcada división partidista en la que los republicanos se han centrado en intentar minar la credibilidad de Cohen, que en mayo entrará a la cárcel para cumplir tres años de condena pactada tras declararse culpable de varios delitos que incluyen el de haber mentido antes al Congreso, donde dio testimonio falso sobre cuándo acabaron conversaciones que mantuvo sobre la construcción de una torre Trump en Moscú. Ayer explicó públicamente que mintió para proteger a Trump y apuntó a que abogados de la Casa Blanca pudieron influir en su declaración falsa. Aunque no acusó directamente a Trump de haberle urgido a mentir, explicó que «dejó claro que quería que mintiera». «Habla en código y yo lo entiendo porque he estado a su lado una década», dijo

PROTECTOR / Cohen hizo de Trump un retrato demoledor como «racista», «estafador» y «tramposo». Y aunque pasó momentos de apuro bajo la presión republicana que lo definió como «mentiroso patológico» que solo busca sacar partido de su antigua relación con el presidente y que sugirió que está en una vendetta porque no le dio un trabajo en la Casa Blanca, Cohen se mantuvo a flote, volviendo la lupa sobre los republicanos, que no hicieron ni una pregunta sobre las potenciales actividades criminales de Trump «Hice lo mismo que están haciendo ustedes ahora por 10 años, protegí a Trump. Miren lo que me ha pasado a mí», dijo.