Muchos locales y extranjeros visitaban a diario la finca convertida en museo en honor al excapo colombiano de la droga Pablo Escobar, que falleció el 2 de diciembre de 1993.. Este espacio, situado en Antioquia, Colombia ha sido cerrado por las autoridades locales por incumplir normas turísticas y los propietarios deberán pagar una cuantiosa multa.

Motos, coches, carteles de ‘Se Busca’ y muchas fotografías eran parte de los objetos exhibidos en este museo, gestionado por el hermano mayor del narcotraficante, Roberto Escobar, más conocido como ‘El Osito’, que había encontrado en este curioso atractivo turístico un negocio muy rentable.

En la cuenta en Instagram del controvertido museo, con casi 3.000 seguidores en esta red social, se pueden ver algunos objetos e imágenes de la colección, formada por casi un millar de imágenes de la vida pública y privada del antiguo líder del 'cartel de Medellín'.

El museo, lugar de peregrinación para los seguidores del narcotraficante, que los tiene, sobre todo gracias a la serie de éxito ‘Narcos’ (Netflix), pero la alcaldía encontró que este lugar estaba promoviendo “la vida de uno de los bandidos más tristes, de los que más daño ha hecho a Medellín”, y decidieron clausurarlo. Pablo Escobar era el rey de la cocaína, el hombre más buscado del mundo, y murió abatido por 15 agentes en un barrio situado al oeste de Medellín tras una compleja operación policial.

En el museo ahora precintado se vendían llaveros, tazas de desayuno y otros objetos con la imagen del narcotraficante; y también ofrecían ‘narcotours’, visitas guiadas de una hora de duración por el barrio de Pablo Escobar, a la casa en la que murió y su tumba, la más visitada de Colombia.