Negociadores estadounidenses y chinos llevaron ayer a cabo una segunda jornada de discusiones diplomáticas orientadas sobre todo a limar asperezas sobre las diferencias comerciales bilaterales.

Se trata del primer encuentro, cara a cara, desde que los presidentes estadounidense y chino decretaron una tregua, a principios de diciembre, en su particular guerra comercial. El desequilibrio de los intercambios comerciales, en claro beneficio de China, es uno de los puntos que más encoleriza a Estados Unidos, junto con la dificultad para acceder a los mercados chinos por parte de los actores extranjeros y la falta de respeto por parte de China de los derechos de propiedad intelectual.