Después de ganar las elecciones regionales de noviembre y convencido de que las municipales del 10 de diciembre le auguran otra victoria, el chavismo lanzó una apuesta más ambiciosa de cara al 2018: el presidente Nicolás Maduro buscará su reelección en los comicios que deben realizarse ese año. Así lo ha dado a entender el vicepresidente, Tareck El Aissami. “Tenemos ya 18 gobernaciones y vamos a tener la gran mayoría de las alcaldías. También la Asamblea Nacional Constituyente y vamos a tener la reelección de nuestro hermano Nicolás como presidente de la República”, ha dicho El Aissami durante un acto de campaña en el estado Aragua. “Maduro, Maduro”, ha coreado el público presente.

La información no ha sorprendido a nadie en Caracas: el partido gobernante no tiene a estas alturas otro candidato. Lo que en apariencia representa su punto fuerte es a la vez una indisimulable debilidad porque la popularidad de Maduro es muy baja según las encuestas. El chavismo intenta fortalecer su figura y mostrar a un líder que se opone en Venezuela y en la región al presidente de EEUU, Donald Trump.

En cambio, para el chavismo, la oposición -con la debe volver a dialogar los días 1 y 2 de diciembre en República Dominicana- representa “el individualismo, el odio, la intolerancia, el sectarismo, la traición, la corrupción, el saqueo y el bachaquerismo (especulación)”, según ha dicho El Aissami. “Nuestra obligación como pueblo, nuestra obligación moral como fuerza histórica es derrotarlos una, dos, tres y las veces que haya que derrotarlos para que más nunca gobiernen este país”, ha afirmado el vicepresidente tras reiterar que Maduro es en ese sentido la carta ganadora.

Canal humanitario

La nueva ronda de conversaciones entre el Gobierno venezolano y los representantes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) se realizará con la presencia en calidad de acompañantes de los cancilleres del país anfitrión, Bolivia y Nicaragua (elegidos por el Gobierno) y de México, Paraguay y Chile (elegidos por sus adversarios). La MUD ha considerado indispensable para solucionar la crisis política que Maduro autorice la apertura de un canal humanitario que permita enviar alimentos y medicinas a Venezuela, la liberación de los presos políticos, un cambio en el Consejo Nacional Electoral (CNE, chavista) y que la Asamblea Nacional, con mayoría opositora, recupere las funciones que en los hechos le ha sacado la Asamblea Nacional Constituyente.