Las calles de Hamburgo se preparan para otra tensa jornada de protestas contra el G-20después de una noche marcada por fuertes altercados. Aunque los fuertes altercados producidos esta semana entra la policía y los manifestantes apuntaban a otra jornada complicada, la noche del viernes ha sido especialmente caótica y violenta y ha dejado un total de hasta 100 detenciones y unos 197 agentes heridos, según ha informado la policía. Entre los manifestantes habría hasta 11 personas heridas de gravedad.

La jornada de ayer empezó a calentarse en las calles mientras los jefes de Estado de las 20 mayores potencias industrializadas del mundo se reunían en la flamante filarmónica de Hamburgo. Mientras Merkel, Trump, Putin y compañía escuchaban las composiciones de Mozart, a pocos cientos de metros de distancia la policía ya había empezado a utilizar gases lacrimógenos y los cañones de agua para dispersar al elevado grupo de manifestantes que protestaban.

TRES HORAS DE DISTURBIOS VIOLENTOS

Pocas horas más tarde, las protestas escalaron en una caótica situación después de que la policía se viese desbordada por grupos violentos. El distrito de Schanzenviertel, al suroeste de la ciudad, se convertía en un campo de batalla plagado de barricadas. Objetos y vehículos en llamas, cristales rotos y comercios saqueados dibujaban un panorama casi apocalíptico. Una situación que los organizadores de la manifestación ‘Bienvenidos al infierno’ y los sectores de izquierda criticaron, condenando “la violencia sin sentido” que se había apoderado de parte de su marcha.

Tras las advertencias de la policía para desalojar el barrio, hasta 1.500 manifestantes permanecieron en la zona. Las fuerzas de seguridad cargaron entonces y entraron con sus vehículos blindados en Schanzenviertel, donde los opositores respondieron lanzando cócteles molotov y piedras. Los disturbios se alargaron hasta tres horas y pasada la medianoche.

CRÍTICAS A LA VIOLENCIA POLICIAL

La policía de Hamburgo, apoyada por los cuerpos de seguridad de otros Estados de Alemania, ha desplegado hasta 21.000 agentes por toda la ciudad. Un elevado número que no evitó el caos producido ayer. Durante toda la jornada de ayer, los manifestantes acusaron a la policía de servirse de la “violencia desinhibida” para dispersas las voces críticas con el G-20. Periodistas que cubrían los disturbios también denunciaron que agentes les habían atacado directamente gritando “¡A partir de ahora ya no hay libertad de prensa!”.

Esta mañana varias zonas de la segunda ciudad más grande de Alemania se han despertado con una fuerte resaca por la problemática noche de protesta de ayer, marcadas por los destrozos y los saqueos. A pesar de los desperfectos, este sábado el G20 sigue su curso con aparente normalidad y las calles de Hamburgo retoman la protesta con una manifestación pacífica que se espera que llene la ciudad.