Las primarias del Partido Conservador han estado marcadas en su arranque por las confesiones de algunos de los candidatos de haber consumido drogas en su juventud. Hasta siete de la decena de pretendientes lo han admitido en algún momento.

Boris Johnson reveló en el 2007 que había consumido cocaína y cannabis en sus años universitarios en Oxford. El actual titular de Exteriores, Jeremy Hunt, tomó cannabis mezclado en lassi (yogur tradicional indio) durante un viaje que hizo por la India como mochilero en su juventud. También Dominic Raab reconoció haber fumado cannabis cuando era estudiante y Rory Stewart admitió haber tomado opio durante una boda en Irán hace 15 años.

Pero quien se ha visto más afectado por estas confesiones es Michael Gove, que admitió haber consumido cocaína hace 20 años, cuando trabajaba como periodista. Lo reconoció de forma voluntaria antes de que lo revelase una biografía sobre él que se publicará dentro de un mes.

El biógrafo se enteró porque se lo contó una exasesora suya que ahora trabaja para Raab. Agentes de la CIA y de la DEA han admitido que se le podría vetar la entrada a Estados Unidos de acuerdo con las estrictas normas de los visados.