Abu Bakr al Bagdadi solo ha aparecido en público una vez desde verano del 2014, cuando declaró la creación de un califato en las tierras de Irak y Siria que estaban en poder del Estado Islámico (EI), el grupo yihadista que lidera. Se presentó en la Gran Mezquita de la ciudad iraquí de Mosul y las cámaras inmortalizaron el momento.

En las imágenes de vídeo, el califa Bagdadi aparece hablando a un grupo de hombres y luce en la muñeca un reloj que algunos medios aseguran que puede ser de marca y costar 5.000 dólares.

Desde entonces, en diversas ocasiones se le ha dado por muerto o gravemente herido. Pero como si tuviera más vidas que un gato, Bagdadi ha reaparecido en forma de mensaje de audio muy esporádicamente o los servicios de espionaje de algún país han confirmado que estaba vivo.

Bagdadi nació en 1971 con el nombre de Ibrahim Awad Ibrahim al-Badri en la ciudad iraquí de Samarra, en el seno de una familia musulmana religiosa de clase media-baja que aseguraba pertenecer al linaje del profeta Mahoma.

FAMILIARES DEL BAAZ

Según un artículo del experto en anti-terrorismo Will MacCants, del Brookings Institution, la familia estaba vinculada al partido Baaz, liderado por difunto presidente iraquí Sadam Husein. Entre sus familiares, Bagdadi contaba también con salafistas, que siguen una estricta interpretación del islam.

En Samarra, algunos recuerdan a Bagdadi como un niño reservado, tranquilo y devoto que nunca destacó por ser brillante en sus estudios. Cuando era adolescente enseñaba el Corán a niños de su barrio y predicaba en la mezquita del Imán Ahmad Ibn Hanbal. Ya de pequeño amonestaba a los que no cumplían con la sharia (ley islámica), hecho que le valió el apodo de “el creyente”.

Estudió en la Universidad de Bagdad, donde se unió a los Hermanos Musulmanes. Escogió la carrera de Estudios Islámicos porque, según algunas fuentes, sus calificaciones no eran lo bastante buenas para estudiar Derecho.

En la capital iraquí se casó con su primera esposa y fue profesor en la mezquita de Haji Zaidan. Durante más de diez años, hasta el 2004, vivió en una habitación modesta, en el humilde barrio de Tobchi. La mezquita tenía un equipo de fútbol en el que jugó Bagdadi demostrando tener talento para este deporte que le apasiona.

INVASIÓN DE IRAK

Con los años, las ideas de Bagdadi fueron alejándose de la hermandad musulmana y tomaron una deriva más extremista que condujo a su expulsión de la mezquita y a que la gente del barrio le diera la espalda.

En el 2003, tras la invasión de Irak liderada por EEUU, cofundó el grupo armado Ejército del Pueblo Suní, apoyado por una parte de la población de la zona mayoritariamente suní.

Según EEUU, en el 2004, Bagdadi vivía en la ciudad de Qaim, en la provincia de Al Anbar. Allí, donde se le conocía como Abu Duaa, fue acusado de estar implicado en la tortura y ejecución pública de civiles.

Las fuerzas estadounidenses arrestaron a Bagdadi en el 2004 en la ciudad de Faluya y lo metieron en la cárcel durante cuatro años. Los pasó en la prisión de Camp Bucca, en el sur de Irak, donde conoció a antiguos baazistas que luego se unieron a él en grupos insurgentes.

En el 2009, los americanos liberaron a Bagdadi y, según recogieron algunos medios de comunicación, les dijo a sus carceleros: “Os veo en Nueva York, chicos”.

BAJO EL PARAGUAS DE AL QAEDA

El grupo de Bagdadi se colocó bajo el paraguas de Al Qaeda -del saudí Osama bin Laden-, que lo mandó a Siria para controlar que la propaganda difundida por el grupo estuviera de acuerdo con el islam más conservador.

Al Qaeda en Irak fue fundada por el jordano Abu Musab al Zarqawi, que murió en el 2006. A finales de ese mismo año, esa y otras formaciones direon lugar al Estado Islámico de Irak, encabezado por Abu Omar al Bagdadi, a quien Abu Bakr al Bagdadi se fue aproximando hasta ganarse su confianza.

Después de que Abu Omar muriera en una operación conjunta de las fuerzas iraquís y estadounidenses en abril del 2010, Abu Bakr, conocido entonces por ser cruel e implacable, pasó a encabezar el Estado Islámico de Irak.

Bagdadi decidió que el grupo pasara a llamarse Estado Islámico de Irak y el Levante y se extendiera a Siria, a pesar de la negativa de Al Qaeda, que había adjudicado la batalla siria al Frente al Nusra. La decisión de Bagdadi llevó a la rotura con Al Qaeda.

ESCLAVAS SEXUALES

El líder del EI ha buscado justificaciones religiosas a todas las atrocidades que cometen él y su grupo: torturas, ejecuciones brutales, violaciones, secuestros.

En Raqa tuvo a mujeres y niñas cautivas como esclavas sexuales, según los testimonios de dos adolescentes yazidíes secuestradas en Irak y trasladadas a Siria que pudieron escaparse.

Las niñas confirmaron que Bagdadi -casado con tres mujeres y padre de al menos seis hijos- tuvo como esclava sexual personal a la cooperante estadounidense Kayla Mueller, secuestrada en Siria. El relato de las menores fue confirmado después por los servicios de espionaje de EEUU.

Washington designó “terrorista” a Bagdadi -que tiene reputación de ser un buen estratega en el campo de batalla- en el 2011 y ofreció una recompensa de 10 millones de dólares (unos 8,9 millones de euros) a quien facilitara una información clave que llevara a localizarlo.