La Comisión Europea cuenta con el artículo 7 del Tratado y los procedimientos de infracción para castigar a los Estados miembros que vulneran los principios y valores en los que se basa la Unión Europea y desde ahora también dispone de un análisis anual sobre la salud del estado de derecho con el que aspira a prevenir derivas autoritarias en los Estados miembros como las identificadas en Hungría y Polonia.

“Si el estado de derecho está en peligro, todo el edificio comunitario corre peligro. Lo que suceda en un Estado miembro impacta en todos los demás. Queremos identificar los problemas en una fase temprana y esta es una herramienta más”, ha explicado el comisario de justicia, Didier Reynders, sobre un ejercicio que servirá para examinar los sistemas judiciales, la lucha contra la corrupción, el pluralismo y la libertad de los medios de comunicación y otros controles y equilibrios esenciales para el funcionamiento de las democracias.

MEDIOS INDEPENIENTES

Este primer examen constata la existencia de numerosas deficiencias en una larga lista de países. Desde Malta, Bulgaria, Rumanía, Croacia, República Checa y Eslovaquia hasta Italia o España. Pero si hay dos países que se repiten una y otra vez en el informe son Polonia y Hungría. En el caso polaco, Bruselas reprocha la falta de independencia judicial entre otras muchas cuestiones. En el húngaro, las violaciones a la libertad de prensa con obstrucciones sistémicas e intimidación a los medios independientes. Un balance negativo rechazado desde Budapest.

Según ha explicado la Comisión Europea el informe se utilizará como base de debate en el Consejo que examinará a los primeros cinco países en nombre. Es absurdo y falso y no puede servir de base para una discusión en profundidad en la UE, ha rechazado la ministra húngara Judit Varga un día después de pedir la dimisión de la vicepresidenta de la Comisión, Vera Jourová.