La negociación del fondo de recuperación europeo y el nuevo presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027 entra la próxima semana en una fase clave, y los llamamientos a los Veintisiete para pisar el acelerador y lograr un acuerdo este mes de julio se multiplican. «Cada día que pasa sin un acuerdo sobre el plan de recuperación hay gente que pierde su empleo, empresas que quiebran y una economía que se debilita. Cada día cuenta», recordó ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una rueda de prensa por videoconferencia con la cancillera alemana, Angela Merkel.

«Tenemos claro dónde están las dificultades, pero todos sabemos que sería bueno lograr un acuerdo en julio. Si necesitamos más tiempo, sería una variante menos buena», así que «debe haber un acuerdo en verano. No me puedo imaginar ninguna otra variante», insistió también la cancillera alemana, cuyo país ocupará la presidencia rotatoria de la UE los próximos seis meses. Una responsabilidad que hará que su primer viaje oficial sea precisamente a la capital comunitaria para encontrarse con los presidentes de las tres instituciones europeas: Charles Michel (Consejo Europeo), David Sassoli (Parlamento Europeo) y Von der Leyen (Comisión).

La cita tendrá lugar el 8 de julio en Bruselas con un objetivo: hacer balance de los progresos y preparar la negociación política, que tendrá su punto álgido en la cumbre europea del 17 y 18 de julio en Bruselas, la primera reunión física de los 27 líderes de la UE desde que la pandemia irrumpiera en Europa.

El acuerdo requerirá de «la plena participación del Parlamento Europeo» de una coordinación estrecha y, sobre todo, de «un liderazgo político fuerte». Bruselas considera que sus dos propuestas -un fondo de recuperación de 750.000 millones con medio billón en subsidios y 250.000 millones en préstamos baratos así como el nuevo marco presupuestario de 1,1 billones- «aportan una respuesta enérgica a las necesidades de Europa».