El día en el que se dio a conocer el resultado del referéndum sobre el brexit, el millonario británico Arron Banks, el exlíder del partido de extrema derecha británico UKIP, Nigel Farage, y su asociado, Andy Wigmore, comparecieron juntos ante la prensa. Eran The Bad Boys of Brexit («Los chicos malos del brexit), el nombre que ellos mismos habían acuñado para describirse. Estaban celebrando un triunfo contra todo pronóstico. El Reino Unido iba a salir de la Unión Europea (UE), tal y como se habían propuesto.

Banks había fundado y entregado al grupo Leave.EU -una de las dos grandes organizaciones que hicieron campaña en favor del divorcio con la UE- ocho millones de libras (9,30 millones de euros), la mayor donación de todos los tiempos en la política británica. La procedencia de ese dinero se está investigando actualmente, al igual que las conexiones de los tres personajes con Rusia y la derecha radical en Estados Unidos. El referéndum británico parece haber sido el ensayo general de una estrategia que ese mismo año, el 2016, se volcaría en aupar a Donald Trump a la presidencia de EEUU.

USO DE DATOS PRIVADOS / La empresa Cambridge Analytica, obligada a echar el cierre tras el escándalo por el uso de datos privados de Facebook, participó tanto en las campañas de Leave.EU con en la de Trump. La compañía de márketing electoral fundada por el ultraderechista americano, Steve Bannon, contó con el dinero del multimillonario Robert Mercer, de la misma cuerda ideológica y principal donante individual en la campaña de Trump.

«Cambridge Analytica trabajó para nosotros, pero no les pagamos. Querían ayudarnos», declaró Wigmore a la periodista del diario británico The Guardian Carole Cadwalladr, que ha desenredado buena parte de la trama oculta del brexit.

Esa confesión la hizo el socio de Farage antes del escándalo con Facebook. Más tarde los responsables de Leave.EU recogieron velas y negaron tal colaboración. La exdirectora de desarrollo de la compañía, Britanny Kaiser, reveló sin embargo que Cambridge Analytica realizó «análisis de datos» facilitados por el UKIP y hubo al menos «seis o siete reuniones» entre los directivos de la firma con los responsables de la campaña antieuropea. Incluso realizó un informe, Soluciones de Big Data, para el referéndum. Bannon mantiene una estrecha relación con Farage. Ambos quieren hundir la UE.

La campaña del brexit fue bastante sucia y ha desembocado en varias investigaciones oficiales en el Reino Unido sobre el uso ilegal de datos, la coordinación oculta de distintos grupos en la campaña y el gasto ilícito en la consulta. Leave.EU ha sido multado por utilizar datos personales de los clientes de una de las aseguradoras de Banks, Eldon Insurance, para el envío de propaganda política del referéndum. El millonario está siendo investigado por la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA), el FBI del Reino Unido. Los ocho millones de libras que donó a Leave.EU, provenían de «fuentes inaceptables», según la Comisión Electoral británica. La agencia trata de establecer si Banks utilizó compañías en Gibraltar y en la isla de Man para canalizar los fondos para el brexit, algo expresamente prohibido por las leyes británicas, que solo permiten donaciones políticas con dinero generado en el Reino Unido. También se quiere determinar si el dinero proviene de Rusia. Banks lo ha negado repetidamente, pero han salido a la luz correos electrónicos que muestran su conexión con el Kremlin.

LA CONEXIÓN RUSA / El millonario celebró varias reuniones con funcionarios de la embajada de Rusia en Londres antes y después del referéndum. Banks había admitido un solo encuentro, una larga y alcohólica comida con el embajador ruso, Alexander Yakovenko, meses antes del referéndum. Pero las reuniones fueron muchas más. El embajador y otros funcionarios rusos asistieron como invitados a la fiesta de Leave.EU la noche del referéndum.

Yakovenko ha sido identificado como un intermediario de alto nivel entre la campaña de Trump y el Kremlin por el fiscal especial Robert Mueller, que indaga la implicación de Rusia en la campaña del presidente de EEUU y mira muy de cerca lo ocurrido en el Reino Unido. «Sabemos que Mueller ha hablado repetidamente con Bannon. Sabemos que está haciendo preguntas sobre Farage», ha escrito Cadwalladr. «Hay una clase de gente muy rica que está tomando ventaja de las nuevas tecnologías para amasar poder e influencia», lamenta la periodista.

El fiscal americano investiga los contactos del exlíder del UKIP con Julian Assange, al que Farage visitó en el 2017 en la embajada de Ecuador en Londres, donde el fundador de WikiLeaks está refugiado. La divulgación de los correos de Hillary Clinton por parte de WikiLeaks fue un factor determinante en la elección presidencial americana.