El ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, ha recibido el visto bueno de los eurodiputados para convertirse en el próximo alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y vicepresidente de la Comisión en el equipo que liderará, a partir del 1 de noviembre, la alemana Ursula von der Leyen.

El político ha logrado el apoyo de los coordinadores que representan a dos tercios de los parlamentarios de la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo (PE), tras superar sin excesivo problemas la audiencia oral este pasado lunes. Según varias fuentes parlamentarias solo el grupo ultraderechista de Identidad y Democracia (ID), en el que comparten bancada la francesa de Reagrupamiento nacional Marine Le Pen y el italiano de la Liga Norte Matteo Salvini ha votado en contra de Borrell.

Una vez que las diferentes comisiones parlamentarias tengan listas sus respectivas recomendaciones será la conferencia de presidentes de la Eurocámara, que reúne a los presidentes de todos los grupos políticos, quien deberá decidir en su reunión del 17 de octubre si tienen información suficiente para dar por finalizado el proceso de audiencias a los comisarios. En caso afirmativo, el pleno del Parlamento Europeo tendrá que votar a favor o en contra de todo el equipo.

Voto el 23 de octubre

El voto está previsto para el 23 de octubre en Estrasburgo aunque todavía quedan algunas incógnitas por despejar. Entre ellas, el futuro de la candidata francesa, la liberal Sylvie Goulard, que ha tenido que responder por escrito a un cuestionario adicional y podría ser objeto de una nueva audiencia pública, o el nombre de los candidatos a comisarios de Hungría y Rumanía, cuya primera opción fue vetada por la comisión de asuntos jurídicos de la Eurocámara por conflictos de interés.

El lunes en la Eurocámara, Borrell aseguró que intentaría imprimir a la política exterior del club comunitario más ambición para convertirla en un actor global si era confirmado como alto representante y vicepresidente de la Comisión Europea. "El alto representante debe tener una actitud propositiva (...) Iré más allá del mínimo común denominador", dijo Borrell. El ministro mostró así su ambición de llevar a la UE a resolver sus problemas de "identidad, posicionamiento y métodos" para convertirse en un verdadero actor global, al nivel de Estados Unidos o China, contando siempre con el apoyo de las capitales.

Relaciones con EEUU

Ya desde su discurso inicial dejó claro que "restaurar" las relaciones de la UE con EEUU sería una de sus prioridades en un momento de tensiones comerciales o en áreas clave como el cambio climático, pero también elaborar una nueva estrategia política con Asia, con especial atención a las interconexiones, cuyos estándares "van a definir la gobernanza mundial".

Igualmente, aseguró que dirigirá su atención a las reformas y procesos de integración de los Balcanes occidentales, y en concreto anunció que su primer viaje de trabajo sería a Pristina. Reconoció, asimismo, que Rusia "es un país con el que tendremos que tratar en el futuro" y que "no todo se puede resolver a golpe de sanciones" a Moscú.

Borrell también se refirió a la tensión en el estrecho de Ormuz que enfrenta a EEUU e Irán y al acuerdo nuclear con Teherán, cuya continuidad la UE seguirá defendiendo en un momento en el que "estamos entrando en una época de inestabilidad nuclear" con la supresión de tratados de no proliferación. Preguntado por la situación en Venezuela, se mostró a favor de las sanciones que la UE aplica selectivamente a autoridades y que no afectan a la población civil.