El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, reiteró el miércoles su intención de que los indígenas puedan explotar económicamente sus tierras, a través de la minería y la agricultura, sin la intervención de ONG internacionales.

"No justifica vivir en esa situación (de pobreza) con la riqueza que ustedes tienen, la decisión tiene que ser de ustedes, sin intermediarios, va a depender del Parlamento, pero vamos a buscar leyes para cambiar eso", dijo Bolsonaro durante un encuentro este miércoles con varias tribus indígenas que fue transmitido en directo a través de las redes sociales.

Bolsonaro manifestó a los líderes de las etnias Pareci, Macuxi, Xucuru, y Yanomami su intención de trabajar para que puedan actuar con autonomía y resaltó que si esas comunidades así lo quieren deben tener libertad para producir y obtener recursos minerales en el territorio.

"En Roraima (estado fronterizo con Venezuela), hay trillones de reales debajo de la tierra, y el indio tiene el derecho de explotarlo de forma racional, obviamente, el indio no puede seguir siendo pobre sobre la tierra rica", señaló.

EN CONTRA DE LAS ONG

El presidente agregó que las organizaciones no gubernamentales que impiden que las reservas indígenas sean explotadas por las mismas tribus, solo se preocupaban por las tierras porque son ricas.

"Si fuera tierra pobre no tendría a nadie, como es rica tienen a esos pícaros internacionales, pícaros dentro de Brasil y pícaros dentro del propio Gobierno diciendo que los están defendiendo ustedes", afirmó.

Las tribus que estuvieron el miércoles en Planalto comparten la posición de Bolsonaro y así lo manifestaron durante el encuentro.

Arnaldo Zunizakae, miembro de la etnia Pareci, destacó el deseo de los indígenas de obtener el permiso para desarrollar actividades agropecuarias en las áreas demarcadas.

"Gran parte de la población indígena legítimamente representada por nosotros, los indios, tiene interés en desarrollar actividades agrícolas, mineras o de explotación, de manera sustentable, dentro de nuestras tierras, para mejorar nuestra calidad de vida, supliendo la necesidad de alimentos y la desocupación en nuestras tierras por falta de trabajo", afirmó.

Esta petición fue apoyada por otro de los líderes, Abel, de la etnia Macuxi, quien dijo que la prohibición de explotación de la tierra mantiene a las comunidades en situación de pobreza.

"Nosotros estamos sobre la riqueza, pero todavía seguimos pobres, venimos aquí a representar a nuestros agricultores que quieren plantar, pero no tienen apoyo", aseguró.

Desde que estaba en campaña electoral el ultraderechista ha defendido la explotación de las tierras indígenas, una posición que ha sido duramente cuestionada por ONG ambientalistas brasileñas e internacionales.

En Brasil existen alrededor de 600 reservas indígenas, equivalentes al 13 % del territorio nacional.