Apenas lleva unas horas en el poder y la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji) ya protestó contra lo que calificó de "tratamiento antidemocrático" dado a los profesionales de los medios de comunicación, durante la investidura del nuevo presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

La agrupación denunció en un comunicado las "limitaciones impuestas a la circulación de los periodistas" en Brasilia, donde se celebraron todos los actos de la toma de posesión de Bolsonaro como jefe de Estado brasileño, bajo estrictas medidas de seguridad.

MALOS TRATOS

"Confinados desde las 07.00 hora local (09.00 GMT), algunos con acceso limitado al agua y a los baños", los periodistas "no pudieron interactuar con las autoridades y fuentes, algo habitual en todas las ceremonias de inicio de gobierno desde la redemocratización del país", expresó Abraji en la nota.

La asociación señaló además que "un gobierno que restringe el trabajo de la prensa ignora la obligación constitucional de ser transparente". La Abraji "protesta contra este tratamiento antidemocrático a los profesionales que están allí para llevar al público el registro histórico de este momento", dice el comunicado.

LA NUEVA ERA EN BRASIL

Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército que ha defendido la dictadura militar que imperó en Brasil desde 1964 a 1985 y se comunica con los brasileños principalmente a través de las redes sociales, fue investido como mandatario tras vencer las elecciones del pasado octubre con un 55 % de los votos.

En sus dos pronunciamientos públicos, ante el Congreso y ante los miles de simpatizantes que esperaban frente al Palacio presidencial de Planalto, Bolsonaro prometió liberar a Brasil "de las amarras ideológicas", gobernar "sin discriminación" y realizar las reformas económicas necesarias para superar los efectos de las crisis.