La esperada candidatura de Joe Biden se oficializó ayer. Con un vídeo de más de tres minutos donde el foco estaba puesto en la denuncia de Donald Trump y la reivindicación de la «idea» y los «valores centrales» de EEUU, el antiguo senador y vicepresidente los dos mandatos de Barack Obama confirmó finalmente que buscará la nominación demócrata para las presidenciales del 2020, una carrera que suma 20 aspirantes ya.

Las encuestas colocan a Biden en un favorable punto de partida: las lidera tanto en popularidad como en opciones de ganar a Trump. El moderado Biden representa al aparato más centrista mientras las bases del Partido Demócrata apuntalan un giro hacia la izquierda cuya máxima expresión es Bernie Sanders, el senador independiente socialista de Vermont que de momento se plantea como su máximo rival. Los dos son hombres blancos septuagenarios en un diverso campo que incluye seis mujeres, cinco personas negras, un hispano, un gay y candidatos milenials. De llegar a la Casa Blanca, Biden lo haría con 78 años, una edad inédita. Biden cree que puede ser el candidato para recuperar parte del votante blanco de clase trabajadora que, desencantado, pasó de votar demócrata a ayudar a elegir a Trump.