Poco a poco se van conociendo más detalles del ataque reivindicado por el Estado Islámico que este sábado ha costado la vida a un joven de 29 años en el barrio de la Opera de París. Según fuentes judiciales citadas por Afp, el autor de la agresión es un francés de 21 años nacido en Chechenia. Sus padres han sido detenidos para ser interrogados por la policía. Aunque no tenía antecedentes penales, era conocido por la policía y figuraba en el famoso ‘fichero S’ de potenciales amenazas para la seguridad del Estado.

Los hechos ocurrieron poco antes de las 21 horas en la calle Monsigny, en el distrito número 2 de la capital parisina, un barrio concurrido, lleno de restaurantes y teatros y muy frecuentado por los turistas que visitan el impresionante palacio de Garnier que alberga una de las dos óperas de París.

Poco antes de las 21 horas un individuo salió de la estación de metro Quatre-Septembre y tras quitarse el abrigo empuñó un cuchillo, hirió mortalmente en la garganta a un viandante y provocó heridas de diversa consideración a otras cuatro personas. Dos de ellas fueron trasladadas al hospital en estado grave pero su vida no corre peligro, según ha informado este domingo el ministro del Interior, Gérard Collomb.

Minutos más tarde, una patrulla de policía interceptó al asaltante e inició una persecución por las calles. Un agente uso una pistola eléctrica Taser para neutralizarle, pero no lo logró. Un segundo agente le abatió finalmente al efectuar dos disparos.

Según el diario ‘Le Parisien’, el individuo se encaró a los policías y les retó a matarle. ‘Disparad, disparad!. En la zona se vivieron escenas de pánico y mucha gente corría para refugiarse en los restaurantes sin saber muy bien qué pasaba. Las fuerzas de seguridad desplegaron un amplio perímetro de seguridad y numerosas dotaciones de protección civil se desplazaron hasta el lugar.

Fiscalía antiterrorista

«Un poco antes de las nueve vimos gente abalanzándose hacia el interior de un restaurante gritando que un hombre estaba fuera con un cuchillo ensangrentado», contaba un hombre que cenaba con una amiga en un restaurante japonés. «La gente se tiraba al suelo en estado de pánico», relató.

Basándose en diversos testigos que escucharon al agresor gritar Alla Akbar (Alá es grande) y en el ‘modus operandi’, el fiscal de París, François Molins, anunciaba a última hora de este sábado que la fiscalía antiterrorista de París se haría cargo de la investigación que en un principio había sido confiada a la brigada criminal. El ministro del Interior, Gérard Collomb, que ha felicitado a las fuerzas del orden por su “sangre fría”, presidirá este domingo una reunión de urgencia.

“Francia paga una vez más el precio de la sangre, pero no cede un ápice a los enemigos de la libertad”, ha asegurado el presidente francés, Emmanuel Macron.