El primer ministro australiano, Scott Morrison, descartó repatriar a personas que se unieron al Estado Islámico (EI) en Oriente Próximo después de que una mujer pidiera regresar al país oceánico con sus dos hijos pequeños. El funcionario justificó la decisión al asegurar que el regreso de estas personas pondría en riesgo la seguridad de los australianos.

“Deben responsabilizarse por las decisiones de unirse a los terroristas que pelean contra Australia. No voy a poner a los australianos en riesgo para intentar sacar a la gente de esas situaciones”, dijo Morrison a la prensa.

El dirigente hizo las declaraciones después de que la cadena ABC difundiera una entrevista con una australiana que se encuentra junto a sus dos hijos en el campo de refugiados Al Hol en Siria. “Mis dos hijos están enfermos. (Mi hija) está desnutrida, está muy delgada”, dijo la mujer que no quiso identificarse.

LOS NIÑOS ESTÁN EN MEDIO DE TODO

“Entiendo que tienen rabia contra nosotros pero los niños no deben sufrir. Saben que mis hijos tienen el derecho de ser tratados como niños normales”, recalcó la madre de los pequeños, uno de dos años y otra de seis meses.

Morrison respondió que "ellos pusieron a sus hijos en esta horrenda posición” y aseguró que de volver a Australia estas personas “afrontarán todo el peso de la ley. La gran tragedia es cómo estos niños quedan atrapados en los crímenes contra Australia que cometen sus padres”.

UNA YIHADISTA FAMOSA

Se cree que esta mujer es Zehra Duman, una joven australiana conocida como la “novia yihadista” que dejó Australia en 2014 con 19 años. Se trata de una de las extranjeras más conocidas que se han unido al EI, esto por su uso de las redes sociales para alentar a otras mujeres a seguir sus pasos e incitar a la violencia contra los países occidentales.

La australiana, que se casó con el fallecido combatiente australiano Mahmoud Abdullatif, estaría junto a otras extranjeras como la británica Shemima Begum y la estadounidense Hoda Muthana en el campamento de Al-Hol, donde hay refugiadas unas 40.000 personas.

Desde 2014, Australia ha aprobado una serie de leyes contra el terrorismo islámico, incluida una que permite retirar la ciudadanía a combatientes con doble nacionalidad que viajaron a Oriente Medio para luchar contra el EI.