Un ataque suicida contra una patrulla de la policía que se encontraba custodiando el tempo sufí de Data Darbar en la ciudad de Lahore, en el este de Pakistán, ha dejado al menos 8 muertos y otros 25 heridos. Hizbul Ahrar, una facción de los talibanes paquistanís ha reclamado la autoría del atentado.

La explosión tuvo lugar a la entrada del concurrido templo sufí de Data Darbar sobre las 08.45 hora local (las 5.45 en horario peninsular español) cerca de la entrada para mujeres al lugar sagrado, según ha indicado, Muhammed Ishfaq desde la sala de control policial de Lahore. Según Ishfarq, el objetivo fue una furgoneta de la Fuerza de Élite de la policía de la provincia de Punjab que se encontraba de patrulla con motivo del mes sagrado musulmán de Ramadán, que comenzó el lunes en la nación asiática.

"Ocho personas, entre ellas cinco policías, ha fallecido y otras 25 fueron heridas, incluyendo agentes", ha dicho el jefe de la policía de Punjab, Arif Nawaz Khan, en una rueda de prensa, en la que ha precisado que "unos siete kilos de explosivos fueron utilizados en el atentado suicida dirigido al cien por cien contra la policía". Las medidas de seguridad se han incrementado especialmente en los lugares de culto y templos, según ha informado Ishfaq. La policía ha establecido puestos de control en las carreteras principales que conducen al lugar sagrado y los hospitales fueron puestos en alerta, según las autoridades.

UN TEMPLO MUY CONCURRIDO

El templo sufí de Data Darbar, del siglo XI, es uno de los más grandes del sur de Asia donde se celebran muchos festivales sufís, ya había sido objeto de un ataque suicida en 2010 que mató a más de 40 personas. Data Darbar contiene el mausoleo de Syed bin Osman Al-Hajvery, más conocido como Data Ganj Bakhsh, original de Afganistán, uno de los predicadores sufís más populares del subcontinente. Decenas de miles de preregrinos visitan el lugar sagrado cada primavera para conmemorara el aniversario de su muerte.

El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, ha condenado "rotundamente" la explosión y ha expresado "su dolor por la pérdida de vidas". Mientras que la televisión pública (PTV) ha mostrado imágenes de vihículos dañados y personal de rescate en la escena del incidente. "Estamos recolectando pruebas forenses para determinar la naturaleza de la explosión", ha dicho Ashfaq Khan, inspector general adjunto de operaciones policiales en Lahore.

El ataque ha sido reclamado por Hizbul Ahrar, un grupo disidente de los talibanes paquistanís, que han dicho que su intención era atacar a la policía. "Este ataque se llevó a cabo en un momento en que no había civiles en la zona", ha dicho el portavoz del grupo militante Abdul Aziz Yousafzai en un comunicado. Los talibanes paquistanís han estado luchando contra el Gobierno durante años.

FOCO DE ATAQUES

La lucha contra el extremismo se intensificó tras el ataque a una escuela en Peshawar (noroeste) en el 2014 que dejó más de 150 muertos, en su mayoría niños. Desde entonces, la seguridad ha mejorado considerablemente y el Ejército paquistaní lanzó una operación en als zonas tribales del noroeste ese mismo año, que más tarde amplió al resto del país. En ese operativo murieron 3.500 supuestos terroristas, según datos del Ejército no verificados de forma independiente. Sin embargo, los grupos terroristas conservan la capacidad de realizar ataques especialmente mortíferos.

Los grandes centros urbanos como Lahore, la segunda ciudad más grande de Pakistán y la capital provincial de su provincia más rica, Punjab, son los focos principales de estos ataques. El pasado 12 de marzo, al menos 20 personas murieron, casi la mitad de ellas pertenecientes a la minoría chií hazara, y 40 resultaron heridas por la explosión de una bomba oculta, reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico, en un saco de patatas en un mercado en el oeste de Pakistán. En el 2016, una explosión contra cristianos que celebraban la Pascua en un parque de la capital mató a más de 70 personas.