Al menos ocho personas han resultado muertas y otras 12 han sufrido heridas de diversa consideración en un ataque suicida contra un puesto de control regentado conjuntamente por las milicias chiís y el Ejército iraquí en una zona de mayoría suní.

El atacante, al volante de un vehículo cargado con explosivos, se ha abalanzado contra el pequeño contingente, destacado en el distrito de Qaim, según ha informado a Reuters Ahmed al Mehlawy, mayor del Ejército iraquí. Algunos de los heridos se hallaban en estado crítico.

Cinco milicianos fallecidos

Qaim se encuentra a unos 300 kilómetros al oeste de Bagdad, en la provincia de Al Anbar, habitada mayoritariamente por sunís. Cinco de los fallecidos eran milicianos y los otros tres eran civiles. Ningún grupo se ha atribuído la responsabilidad del atentado, pero todas las sospechas apuntan a Estado Islámico, grupo terrorista que opera en la zona.

Pese a que el Gobierno iraquí proclamó públicamente el pasado diciembre que la organización ultrarradical comandada por Abú Baqr al Baghdadi había sido derrotada, los combatientes que han pasado a la clandestinidad mantienen una campaña de secuestros y asesinatos.