La hipótesis de que la agresión cometida hace dos días en la Prefectura de policía de París es un atentado de carácter yihadista cobra cada vez más fuerza a la vista de los primeros elementos de la investigación desvelados este sábado por el fiscal antiterrorista, Jean François Ricard.

El autor del ataque, Mickaël Harpon, un administrativo de 45 años originario de Martinica, tenía una visión radical del Islam, religión a la que se había convertido hace unos 10 años, y estaba en contacto con miembros del movimiento salafista.

La fiscalía antiterrorista asumió el viernes la investigación inicialmente confiada a la policía judicial al recabar datos que apuntaban hacia "una radicalización latente” del agresor y tras analizar los mensajes de móvil enviados a su esposa el día del atentado.

Harpon intercambió con ella 33 sms de tipo religioso que concluían con la frase ‘Alla Akbar’ (Alá es grande) media hora antes de comprar dos cuchillos, uno de cocina de 20 centímetros y otro para abrir ostras. Luego dio una vuelta para ocultarlos sin mostrar ningún tipo de nerviosismo.

La exploración del teléfono móvil puso a los investigadores sobre la pista de que su actuación fue premeditada. Un periplo mortal que duró siete minutos y fue de una “extrema violencia”, según se desprende de la autopsia practicada a dos de las víctimas, acuchilladas cuando almorzaban en su puesto de trabajo.

Terremoto político

Todo indica que no fue un acto de locura lo que explica el drama que este jueves acabó con la vida de cuatro funcionarios en el todopoderoso cuartel general de la policía francesa.

El asunto está provocando un auténtico terremoto político -la oposición ha reclamado una comisión de investigación en la Asamblea Nacional- y colocado en el disparadero al ministro del Interior, Christophe Castaner, que poco después del atentado dijo que el funcionario “no había dado jamás la menor señal de alerta”.

La policía se ve cuestionada por no haber visto signos de radicalización en un individuo que trabajaba como informático en la dirección de información, un departamento especializado precisamente en detectar derivas de tipo yihadista.

Las primeras pesquisas indican que el individuo que atacó a sus compañeros había aprobado algunas atrocidades cometidas en nombre del Islam, evitaba algunos contactos con mujeres y había justificado los atentados contra Charlie Hebdo en el 2015. Los investigadores también han descubierto que había cambiado de forma de vestir hacía unos meses.