El régimen de Bashar el Asad ha partido en dos este sábado la región de Guta, el último bastión rebelde dentro de la provincia de Damasco, gracias a los ataques terrestres y sobre todo aéreos que en los últimos quince días, con apoyo de aviones rusos, han acabado con la vida de más 1.000 civiles. El Ejército de Damasco ha logrado aislar la ciudad de Duma del resto de la región, según han informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Sitiada y cercada desde 2013, la zona de Guta ha sido víctima de varios ataques químicos, perpetrados, según Naciones Unidas, por Damasco. Sus 400.000 habitantes viven atrapados: Asad tiene completamente cerrada la región, donde, desde hace años, el flujo normal de comida y medicinas se ha cortado. Sus habitantes solo pueden comer algo de pan,y no cada día.

Los alimentos no entran ni la gente puede escapar. Hasta hace poco: Rusia estableció dos corredores para que los civiles y milicianos que quisiesen pudiesen salir. Pero la gente de Guta no se fía de Asad ni de su aliado. Nadie ha salido, excepto los milicianos del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (Al Qaeda en Siria). Sus integrantes, junto con sus familias, han abandonado este viernes la zona en dirección a Idleb —región con amplia presencia de Al Qaeda—, gracias a un pacto con Moscú. Ahora, en Guta, solo quedan dos milicias opositoras: Jaish al Islam y Failaq al Rahman. Ambas, de carácter salafista pero no yihadistas, aseguran que no abandonarán la zona, que lucharán hasta el final.

Cerca del fin

Podría llegar pronto. En menos de una semana, el Ejército de Asad ha pasado de controlar un 10% de la región de Guta a más de la mitad ahora. Se trata de zonas rurales y con poca población: las dificultades llegarán ahora, cuando el frente se traslade a las zonas urbanas de Guta, desde hace meses bombardeadas intensamente.

Esta semana, de hecho, Cruz Roja Internacional y la ONU han entrado dos convoyes con ayuda humanitaria en Guta. En ambos casos, el régimen de Asad les requisó todo el equipo médico. Y su calvario continuó: una vez dentro, por los bombardeos, los convoyes se tuvieron que retirar. Solo muy poca ayuda fue entregada.