Vladímir Putin tiene la reputación de ser un líder que se hace esperar. Pero en esta cumbre con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, fue el presidente ruso quien llegó con media hora de antelación al nuevo campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente en la isla de Russki, junto a la ciudad de Vladivostok, el escenario donde la reunión iba a desarrollarse.

"Agradecemos sus esfuerzos para desarrollar el diálogo intercoreano y para normalizar las relaciones entre Corea del Norte y EEUU", ha dicho Putin a su invitado. El máximo mandatario ruso espera que la visita de Kim Jong-un sirva para "impulsar las relaciones bilaterales" y para desarrollar pasos conjuntos destinados a "resolver la situación en la península coreana". Rusia, en palabras del líder del Kremlin, quiere apoyar "los procesos positivos que están teniendo lugar ahora", en referencia a la moratoria por parte de Pionyang en las pruebas de misiles balísticos y el cierre de instalaciones destinadas a la producción del arma atómica.

FIASCO EN LA CUMBRE DE HANOI

Kim Jong-un viaja a Rusia tras el fiasco, hace dos meses, de la última cumbre en Hanoi con el presidente norteamericano, Donald Trump sobre el programa nuclear de su país. Los analistas ven en esta visita, propuesta por Moscú en varias ocasiones aunque siempre aplazada, un mensaje implícito a Washington de que Pionyang tiene capacidad para recabar otros socios en un momento en que las negociaciones con EEUU se hallan estancadas.

La llegada del máximo dirigente de Corea del Norte a la estación de Vladivostok regaló momentos peculiares a las cámaras de televisión. En el momento en que el convoy aminoraba su marcha empleados nororeanos previamente desplazados a Rusia se esmeraban en limpiar manillas, puertas y apoyos que Kim Jong-un pudiera llegar a tocar en el momento de bajar el tren del polvo acumulado durante el viaje. Una vez el maquinista detuvo su marcha, tuvo que realizar algunas maniobras adicionales para hacer coincidir la alfombra roja que había sido desplegada con la puerta del vagón por donde aparecería el Supremo Líder.