El exjugador de críquet Imran Khan, del Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI), se proclamó vencedor en las elecciones generales paquistanís, a falta de que se anuncien los resultados oficiales tras un prolongado retraso a causa de las alegaciones de fraude. «Quiero dar las gracias a Alá por esta oportunidad para servir al país», afirmó el ya autoproclamado próximo primer ministro de Pakistán, en un discurso retransmitido desde su residencia en Islamabad. El PTI ha obtenido hasta ahora 53 de los 272 escaños posibles en la Asamblea Nacional, seguido por la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), saliente del Gobierno, con 17, según datos de la Comisión Electoral de Pakistán (ECP).

Flanqueado por una bandera paquistaní y otra de su partido, Khan repitió el discurso anticorrupción que lleva proclamando desde que entró en política hace 21 años. «Nuestras instituciones serán más fuertes y todo el mundo rendirá cuentas. Yo el primero», dijo el político de 65 años. El campeón del mundo de críquet en 1992 indicó que no se mudará a la residencia del primer ministro y que convertirá otros edificios gubernamentales en equipamientos públicos.

«Me avergonzaría ir y vivir allí. Queremos convertirlo en una institución educativa o pública», dijo. Khan señaló a Mohamed Ali Jinnah, fundador de Pakistán, como un referente. En cuanto a asuntos internacionales, dijo que quiere una relación «beneficiosa para ambos» con EEUU y que le «encantaría» establecer fronteras abiertas con su vecino Afganistán «como la Unión Europea». Respecto a la India, Khan se quejó de que los medios de ese país lo mostraron «como un villano».