La aerolínea estadounidense American Airlines anunció su decisión de suspender "indefinidamente" sus vuelos entre los EEUU y Venezuela, que ya había interrumpido de forma temporal desde el pasado 15 de marzo alegando "motivos de seguridad".

"Hemos tomado la difícil decisión de suspender indefinidamente el servicio a Venezuela", señaló en un comunicado la compañía, con sede en Fort Worth (Texas), y detalló que la medida es efectiva de inmediato.

American Airlines, que volaba desde Miami a Caracas y a la ciudad de Maracaibo, argumentó que desde el pasado 15 de marzo, cuando dio a conocer la suspensión temporal de operaciones hacia el país petrolero, estuvo trabajando para restablecer el servicio.

AYUDAR A SU PERSONAL EN VENEZUELA

"Continuaremos supervisando la situación y trabajando también con los miembros de nuestro equipo, los líderes sindicales y otras partes clave interesadas en reiniciar los servicios cuando las condiciones sean las adecuadas", apuntó la aerolínea, aunque indicó que "ahora mismo" no han fijado un periodo de tiempo.

Para la aerolínea, que ha operado durante más de 30 años en Venezuela, "esta fue una decisión difícil" no solo por su larga historia en ese país, sino por los más de 70 integrantes de su equipo que "viven y trabajan" allí. "Estamos trabajado estrechamente con el equipo para asistirlo durante este momento difícil y buscar otras oportunidades", agregó la declaración.

LOS PILOTOS SE NEGARON A VIAJAR

La medida del pasado 15 de marzo se dio a conocer poco después de que el sindicato de pilotos de American Airlines recomendara a sus afiliados no viajar a Venezuela, después de que Washington informara de que todos sus diplomáticos habían abandonado el país caribeño.

"Hasta próximo aviso, si les son asignados o reasignados enlaces con Venezuela, rechacen el encargo", dijo en ese entonces la Allied Pilots Association, que representan a cerca de los 15.000 pilotos de la compañía en un comunicado difundido por medios locales.

American Airlines era la única gran aerolínea estadounidense que mantenía sus vuelos a Venezuela desde Miami, después de que United y Delta suspendiesen el servicio en 2017. El pasado 23 de enero, el Gobierno de Nicolás Maduro rompió relaciones diplomáticas con los EEUU y dio un plazo de 72 horas para que el personal diplomático abandonara el país.