La tensión se disparó ayer en el golfo de Omán por el ataque contra dos petroleros, uno de ellos un buque cisterna al servicio de un armador japonés, cerca del estrecho de Ormuz, según confirmaron los gobiernos de Japón e Irán. Los ataques, de origen aún desconocido y que no causaron víctimas, provocaron alarma internacional y una subida en picado de los precios del crudo, que en las primeras horas de ayer se había revalorizado casi un 5% respecto al cierre de la jornada anterior. El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, alcanzó los 62,64 dólares frente a los 59,74 del miércoles. En el caso del barril Texas, de referencia para EEUU, subía a 57,11 dólares desde los 51,14.

El estrecho de Ormuz, entre las costas de Irán y de Omán, es un lugar estratégico por ser una ruta clave en el transporte de crudo desde Oriente Próximo. Un barco iraní pudo salvar a los 44 tripulantes de los buques, el Front Altair, con bandera de las Islas Marshall, y el Kokuka Courageous, con bandera de Panamá, según confirmó la agencia estatal iraní IRNA.

Los tripulantes de las embarcaciones se encuentraban a salvo en el puerto iraní de Jask. El director general de los puertos de esa región de Irán, Alahmorad Afifipur, explicó que el Front Altair, que había partido de Catar con destino a Taiwán, se incendió a 25 millas náuticas de Jask, según IRNA. El buque, fletado por la compañía taiwanesa CBC y que transportaba 75.000 toneladas de nafta, fue «probablemente atacado por un torpedo», según anunció la CBC a la agencia Reuters.

Las 23 personas que estaban a bordo del Front Altair fueron rescatadas con pequeñas lanchas y trasladadas a un barco. El Kokuka Corageous, que transportaba toneladas de metanol y se dirigía a Singapur desde Arabia Saudí, se incendió a unas 30 millas de Jask. Sus 21 ocupantes, de nacionalidad filipina, también fueron trasladados a Jask en una operación en la que participó un helicóptero de emergencias iraní.

Según fuentes de la compañía Kokuka Sangyo, que opera el buque, la embarcación recibió un primer impacto a babor y los tripulantes intentaron apagar un incendio que se declaró en la sala de máquinas. Al recibir otro ataque también con torpedo, también a babor, el capitán ordenó abandonar el navío, que no corre peligro de hundirse.

Las llamadas de socorro de los tripulantes fueron recibidas por la V Flota de Estados Unidos, con base en Baréin, que prestó asistencia a los cargueros, según afirmado un portavoz estadounidense en un comunicado.

Los ataques coincidieron con el viaje oficial a Teherán del primer ministro japonés, Shinzo Abe, que en las últimas horas se reunió con las máximas autoridades iranís. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif, calificó de «muy sospechosa» la coincidencia entre los dos ataques y la visita a Teherán de Abe. «La palabra sospechosos no es suficiente para describir lo que transmiten aparentemente» estos ataques contra los «cargueros vinculados a Japón mientras el primer ministro (japonés) se reunía» con el guía supremo iraní, escribió Zarif en Twitter.

Tras conocer los ataques, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, llamó a evitar todas las «provocaciones» en una región que «no necesita nuevas causas de desestabilización y de tensión».

La asociación de petroleros Intertanko manifestó su creciente preocupación por la seguridad de los barcos y tripulaciones de la organización que navegan por el estrecho de Ormuz.

«Necesitamos recordar que el 30% del transporte de crudo pasa por este estrecho. Si las aguas se vuelven inseguras, el suministro de petróleo a todo occidente podría estar en riesgo», manifestó muy preocupado el presidente de Intertanko, Paolo d’Amico, en un comunicado. Esta organización representa a la mayor parte de la flota de petroleros independientes del mundo y su actividad pasa por Ormuz.