La mayoría de las bolsas, incluido el Ibex 35 español, han reaccionado negativamente a los planes proteccionistas anunciadas por Donald Trump y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado de que las restricciones que planea el Gobierno estadounidense dañarán la economía mundial, incluida la de Estados Unidos. «Las restricciones a la importación anunciadas por el presidente podrían causar daños no solo fuera de Estados Unidos sino también a su propia economía, incluida la industria y la construcción que son los principales usuarios», ha alertado el organismo internacional a través de un comunicado.

Estados Unidos es el principal importador de acero de todo el mundo, con 35.600 millones de toneladas importadas durante el 2017. El principal suministrador es su vecino Canadá, con el 16,7%, seguido de Brasil (13,2%) y Corea del Sur (9,7%), muy por delante de la Unión Europea o China. De ahí la virulencia con la que han reaccionado a la imposición de aranceles tanto el Gobierno canadiense como la industria brasileña. Los primeros han calificado de «inaceptable» la imposición de «aranceles o cuotas» por parte de Estados Unidos mientras que la industria de Brasil ha pedido a su Gobierno que se prepare para devolver el golpe recibido.

La Unión Europea prepara represalias a las medidas acordadas por Estados Unidos, aunque de acuerdo con las reglas establecidas por la Organización Mundial del Comercio (OMCO). La última vez que adoptó medidas fue en el 2002, en respuesta a la decisión del expresidente estadounidense, George W Bush, de imponer aranceles al acero. El problema es que para ser acordes con las reglas de la OMC esas medidas deberán aplicarse a las importaciones procedentes de todos los países y no solo de Estados Unidos, lo que significa que de rebote también se verían afectados otros socios comerciales de la Unión Europea.