Recientemente he leído una carta al director, del señor don Manuel Pavón, y estoy totalmente de acuerdo, en que habrá opiniones para todos los gustos, por eso yo también voy a dar mi opinión. Nos olvidamos muchas veces del factor humano y diría que prefiero tener las calles principales de Córdoba limpias, de criaturas pidiendo para echarse algo a la boca, que tener una “bella” iluminación que costará un pastizal, estamos hablando de muchos miles de euros. Incluso haría una encuesta a todos los que nos visitan, preguntándoles ¿prefieren esta bella iluminación o que todas las personas puedan tener cobijo y un plato de comida al día?

En mi humilde opinión la “categoría” de una ciudad, no se mide por su alumbrado navideño, se mide por su buena gestión en el día a día. Creo que no ver personas tiradas en la calle dice mucho de una ciudad, ¿tiene que haber iluminación? Por supuesto, aunque fuesen penosas como en años anteriores. Para que en un futuro conseguir un puñado más de votos, no hacen falta tantas bombillas.

Pásense por el comedor social de los Trinitarios, en el barrio de Levante y verán cuantas bombillas pasan para poder comer, pero esas bombillas por desgracia están apagadas. La vida da muchas vueltas y ahora nos quedaremos embelesados viendo la iluminación, pero quién sabe si el día de mañana por desgracia estamos en la otra acera pidiendo. Señor Bellido, así no. Y lo dicho, mucho lujo y fantasía y la barriga vacía.

P.D. Es la fiesta que más me gusta.