En la América de Trump, la vieja leyenda del “sueño americano”, está quedando en un auténtico camelo. Al menos en Carolina del Norte, la sede de los Juegos Ecuestres Mundiales, donde el caos reina a sus anchas al más puro estilo americano. Y con una primera víctima: el equipo español de resistencia, que se ha visto privado esta madrugada pasada del triunfo cuando dominaba el Mundial a falta de pocos kilómetros para la meta.

El motivo para que ninguno de los cuatro españoles que ocupaban los cinco primeros puestos se colgase una medalla ha sido suspender la prueba cuando quedaban 21 kilómetros. La razón esgrimida por la organización, “la combinación potencialmente peligrosa de calor y humedad, y las condiciones del terreno después de las fuertes lluvias esta tarde”, no ha convencido al equipo español, comandado por el catalán Ignasi Casas: “Hemos ganado el Campeonato del Mundo de Raid y, de golpe, nos dicen que se termina la carrera y que se ha anulado todo”.

Desastre sin precedentes

La verdad es que España ha sido la primera víctima de un caos organizativo sin precedentes en el deporte hípico. El cambio de fechas de agosto a septiembre porque las condiciones climáticas eran temibles para los caballos ha supuesto un desastre: los Juegos, que se disputan entre el 10 al 23 de septiembre, están seriamente amenazados por el huracán ‘Florence’. Y la experiencia del comité organizativo en raid ha sido un desastre: la falta de autorización de los dueños de las fincas privadas para conocer los jinetes previamente sus caminos ha provocado que esta madrugada los participantes tomasen rutas equivocadas durante 40 kilómetros por la mala señalización de los postes.

Esta situación ha provocado una primera suspensión y que los equipos intentasen aplazar la prueba. Pero una vez reanudada, y con cuatro españoles a la cabeza, Alex Luque, primero, Jaume Puntí segundo, María Álvarez cuarta y Omar Blanco, quinto, ha llegado la suspensión definitiva después de que los españoles supiesen dosificarse bien para afrontar el último tramo, superando la lluvia, el calor y el deterioro del suelo que habían hecho mella en gran cantidad de participantes. “Es inexplicable la suspensión. Nuestros caballos han pasado el control veterinario sin problemas. En dos o tres minutos ya estaban a 64 pulsaciones y han trotado perfectamente”, ha dicho Casas.

Y apareció el sheriff

A partir de entonces, el gran revuelo. Tres horas de espera para que la organización decidiese cancelar la prueba. Luego, la consiguiente indignación del equipo español. “Hemos estado más dos horas quejándonos y presentando nuestras reclamaciones. Ni caso. Al final han llamado a los sheriffs para sacarnos”, ha afirmado el jefe del equipo.

De haber ganado España la prueba de resistencia en los Juegos de Tryon hubiese sido campeona del mundo por tercera vez consecutiva, en este caso con medallas en individuales y equipo. Todo un sueño ahora convertido en una auténtica pesadilla. Y en la América de Trump.

Lo que ha sucedido esta madrugada con el equipo español de resistencia no tiene justificación por culpa de un caos organizativo de aúpa, resuelto al más puro estilo americano: de pronto, apareció el sheriff, como en la películas, sí.