A Mario Vaquerizo (Madrid, 1974) le gusta el rock y San Jorge. Luce un dragón en la espalda de su camisa y su libro, escrito por encargo, lleva por título Cuentos para niños rockeros. Por él desfilan sus 50 estrellas de rock más queridas, entre ellas, no se asusten, Bambino, Rafaella Carrà, Alaska, su mujer... Y hasta Mozart.

-Curioso lo de Mozart. Sobre todo porque ni el pop ni el rock existían en su época.

-¿Sabes qué pasa? Que para mí el rock no es cómo suena una canción, es una actitud frente a la vida. Que un crío superdotado llenara con su música los palacios me parece un revulsivo. El rock no nace con Elvis, y que conste que él es una estrella incluso cuando cantaba para las viejecitas en Las Vegas. La esencia del rock está en hacer lo que quieras en cada momento y perseguir tus sueños. Es ser dueño de tu vida, en definitiva. En el libro meto a mis 50 rockeros favoritos. Bambino es otro adelantado a su época, el gitano más glam del mundo. Puro rock.

-¿Qué ha descubierto?

-Que mis ídolos musicales son también mis referentes estéticos. El rock es también espectáculo. Por eso no meto a Joan Baez y la canción protesta, que a mí no me llegaron. O el grunge de Kurt Cobain. O los Beatles. O Sid Vicious, abanderado del punk, tampoco está porque para mí fue un niñato absurdo.

-¿Le ha costado escribir para críos?

-La editorial me lo propuso. Son ya cuatro libros y me siguen llamando porque vendo y a mí me da dinero. Al principio dije que no, pero como soy un maricón inquieto me dije ‘voy a probar’, con todas la consecuencias. Los niños me adoran.

-Y aborda con tacto los tópicos del sexo y las drogas.

-Y las relaciones tóxicas como las de Amy Whinehouse. O la historia de mi amigo Fabio McNamara. No pretendo dar lecciones a nadie, pero les aseguro que los clichés del rock and roll no conducen a ninguna parte. Se puede ser todo un personaje sin necesidad de interpretar ningún papel.

-Cuenta que de niño se quedó prendado de John Travolta en ‘Grease’.

-Cada Navidad la vuelvo a ver y me pongo de muy mala leche cuando todos los críticos sesudos dicen que es malísima. Olivia estaba un poco mayor para el papel de Sandy, pero es innegable que la banda sonora es perfecta. Tenía 4 años y medio cuando la vi y me cautivó. Yo no quería jugar a fútbol. Yo quería vivir eso.

-Luego le llevan a un parque de atracciones en la Costa del Sol donde toca Mecano y fue una revelación.

-Y aquello me cambió la vida. Eso se lo he contado a Ana Torroja muchas veces. Porque, ¿sabes lo bonito que es poder conocer a tus ídolos de cerca? Yo me he comido gusanos con Ana Torroja en México. ¿Y sabes qué dijo de mí en una entrevista? Que ojalá hubiera más gente como Mario.

-El otro día en su Instagram hablaba de sus lentejas. Después de su paso por ‘Masterchef’, ¿lo que sea?

-Yo las sirvo con espuma de papata revoltá, con ajo y pimentón. Hago un buen guiso, con su sofrito, su panceta, su jamón, su morcilla... y luego le pongo la espuma, con el sifón, que le gusta a mi mujer. Porque hay que cocinar para las mujeres que te quieren y a las que quieres.

-Alaska también tiene su capítulo.

-Sí, aunque ya había escrito un libro sobre ella. De quien no había escrito es de Nacho Canut, a quien respeto muchísimo.

-¿Eligió a los ilustradores?

-Sí. Empezando por Juan Gatti, que me ha hecho la portada.

-¿Qué pasó con su comentario sobre Michael Jackson?

-No pasó nada, cariño. Yo soy periodista y entiendo que llamara la atención un titular incendiario. Yo voy a seguir diciendo las cosas que pienso, que Jackson era un gran artista y lo que hiciera con su vida privada no me interesa absolutamente nada, y eso no quiere decir que lo esté justificando o salvando. Dije que no me sorprenden nada las acusaciones [de pederastia], pero sí que una madre deje a su hijo dormir con un señor y que cuando le pagan se calle en el juicio. Y repito, yo quiero seguir escuchando el Thriller, que me parece una belleza. Como también me gusta el cuadro de algún pintor que quizá haya sido un maltratador. Estamos asistiendo a un tipo de periodismo que no me gusta nada, el que da por noticias las opiniones de terceros. Yo de los periódicos solo leo lo que viene firmado.