El cantante barcelonés de trap de Cecilio G, uno de los grandes nombres de la escena urbana, se encuentra en una cárcel catalana desde el pasado 6 de agosto, según ha explicado a este diario el entorno del artista. El trapero del barrio del Bogatell, de 24 años, ha sido condenado por un delito de amenazas a raíz de un incidente que ocurrió en el metro de Barcelona en el 2015. La pena es de un año y dos meses de cárcel, precisa su representante, y fue ejecutada por el magistrado del Juzgado de lo Penal número 15 de Barcelona. Esta condena, sumada a otra que arrastra desde el 2013 por un robo con fuerza, ha obligado a Cecilio G a entrar en prisión, donde ya lleva 15 días.

El representante de Juan Cecilia Ruiz, nombre real del magnético artista, lamenta la “falta de profesionalidad en cada uno de los procesos previos a la sentencia del juez” y achaca a una “negligencia en la defensa del artista” la “deficiente resolución”. Según su entorno, la persona que defendía a Cecilio G se desentendió del caso y no recurrió la sentencia, algo que prevén hacer ahora en septiembre. Las personas que rodean al cantante consideran que la entrada a prisión del trapero era evitable presentando el historial psiquiátrico del artista. Cuando ocurrió el incidente del 2015 este había decidido unilateralmente dejar la medicación que debe tomar por la enfermedad mental que padece, cuentan. Por ello, su representante entiende que “los recursos legales que se presentarán a lo largo de los próximos días, así como las evidenciables deficiencias del proceso reducirán notablemente la condena y nos devolverán a Cecilio G muy pronto”. En todo caso, opina su mánager, “Juan debería estar en un psiquiátrico”.

La entrada a prisión de Cecilio G, animal mitológico de la escena trap por todo lo que se chismorrea y fabula sobre él en la red -su figura inspira cuentas de memes, por ejemplo-, ha obligado al artista a cancelar y dejar en el aire parte de su agenda profesional. Entre otros compromisos, el artista ha anulado una gira que le debía llevar este mes de septiembre por Argentina. “Para él es vital seguir trabajando, estaba con ganas, controlado... ha sido un mazazo”, sentencia su representante.

El pasado le persigue

Esta no es la primera vez que Cecilio G, uno de los pioneros del nuevo sonido trap en España, se ve obligado a desaparecer de los escenarios enredado en un laberinto vital siniestro. Hace poco menos de uno año, el artista estuvo temporalmente fuera de circulación. “El desfase me hizo estar hasta la polla, la ruina, la droga...”, explicaba a este diario en mayo. “Pero hemos salido de eso y estamos enfocados hacia la música”, afirmaba antes de presentar el que en esas fechas era su último trabajo, ‘Mad Max Power’ (producido por Enry-K).

Por aquel entonces, Cecilio G había vuelto ya de la oscuridad pidiendo un poco de paz y saludando de nuevo a su público con un tema ‘From darkness with love’: “Sé que he cometido muchos pecados; no sé si algún día me perdonaré...”. No lo busquen en su canal oficial en Youtube, Cecilio G borró hace poco todos sus temas de la plataforma. “Suicidio comercial”, dijo. Ahora su discografía campa libre por Spotify.

A su amplia lista de temas publicados, hace un mes añadió su último trabajo, que rompe con su pasado musical pero que le conecta con su esencia, pues él es el más punky de los traperos. El trabajo se concreta en seis temas de punk (sí, guitarra, batería...) agrupados bajo el título ‘YONOSOYTUPADRE - De vuelta al pantano’. La primera de este nuevo camino musical se titula ‘Hombre problemático’. También ha publicado hace unos días la canción ‘Pikete espacial’, un tema radicalmente diferente a los últimos en el que se atreve con ritmos como la samba. Así mezcla el prolífico artista que navega en su propio universo especial y que luce una cruz tatuada en su frente. “Es lo único que me llena, crear”.