De estar abandonados a tener una 'familia' y una actividad. La historia de estos perritos está dando la vuelta al mundo no solo por su adopción y el hecho de que dejen de estar por las calles de Pátzcuaro (México), sino por las tareas que les han asignado: perros policía. Su objetivo, vigilar instalaciones mientras disfrutan de compañía y buenos alimentos.

La historia se hizo viral gracias a un tuit de Marianelle Woods, quien explicó cómo el Instituto Tecnológico Superior de Pátzcuaro decidió "contratar" a estos perros que tienen hasta su propia identificación oficial.

Marianelle cuenta que Terry, Yuli y Negro, oficialmente "trabajadores" de Recursos Humanos—o eso dicen sus acreditaciones—llegaron siendo cachorros y han crecido alimentados por los propios vigilantes, por lo que ya son tres más en la familia de estos agentes de seguridad.

Su tarea es sencilla y no requiere un esfuerzo considerable, pero siempre están ahí, sin fallar. Acompañan a los policías a sus rondas por la universidad y se quedan vigilantes por las noches.

Los tres no llegaron al mismo tiempo pero han recibido el mismo cariño hasta convertirse en tres piezas fundamentales de convivencia. Negro es el más veterano. Llegó siendo muy pequeño y los policías se turnaron para alimentarlo. Más tarde hicieron lo mismo con Yuli y finalmente con Terry, el más pequeño. "Les pusimos correas para que las protectoras no se los lleven", explican.