Fue subastado en el 2017 por 430.000 dólares, pero su dueño ha decidido quitárselo por el costoso trabajo de restauración que requería. Se trata del último avión privado del rey del Rock and Roll, el Red Lockheed JetStarOne, de 1962, de Elvis Presley. Está claro que no es apto para todos los bolsillos, pero los fans que quieran y puedan, tienen una oportunidad única en la subasta que está abierta hasta el próximo 27 de abril.

El aparato lleva, según la CNN, más de 30 años en el asfalto de la autopista Roswell, en Nuevo México. No es apto para volar, ya que no tiene motores y su estado de conservación no es el ideal. La aeronave nunca ha sido restaurada, la pintura externa es original así como algunos detalles. Aunque el año pasado, la casa de subastas aseguraba que el diseño interior (con dorados, incrustaciones, asientos de terciopelo rojo a juego con la alfombra había sido obra del músico, esta afirmación fue desmentida por el dueño anterior del avión, Roy McKay. Según narró a la cadena KOB-TV el propio McKay, ese diseño fue idea suya. El decorado que, dice, se encontró era gris y «parecía un féretro».

En la primera subasta, que se inició con 10.000 euros, se habló inicialmente de tres millones de euros. Pero el jet lo vendió un coleccionista privado que no desveló su identidad por una cifra muchísimo menor a la prevista, dado el estado en el que se encuentra el aparato, todo un objeto codiciado de coleccionismo del legendario Presley, fallecido a la edad de 42 años, el 16 de agosto de 1977 por un infarto agudo de miocardio dejando a una hija huérfana.

Conocido como el jet perdido, tenía una gran simbología para el cantante americano, que tuvo en propiedad hasta tres aviones. El Red Lockheed JetStarOne fue adquirido junto a su progenitor, Vernon Presley.

Los otros dos aeroplanos, bautizados como Lisa Marie, en honor a su hija, y Hound Dog II, fueron diseñados por el intérprete del mundialmente conocido Jailhouse Rock y subastados por unos 10 millones de euros después de pertenecer durante décadas a la casa museo de Elvis Presley en Graceland.