Ganadora de 23 torneos de Grand Slam y de siete competiciones de Wimbledon, la tenista norteamericana Serena Williams reconoce que la maternidad le está pasando factura y que tiene dudas personales, como muchas mujeres que tienen que combinar el trabajo con el cuidado de los pequeños de la casa.

El regreso de la tenista a las canchas generaba muchas dudas. El año pasado sufrió una embolia pulmonar durante el alumbramiento de su hija, Alexis Olympia, que casi le cuesta la vida. Tras el parto estuvo alejada de las pistas durante más de un año, y tampoco es ya una niña: el próximo 26 de septiembre soplará 37 velas.

Sin embargo, el mes pasado Serena Williams llegó a la final de Wimbledon dispuesta a hacer historia y conseguir su octavo galardón. Se quedó a las puertas. No pudo ser: cayó frente a la alemana Angelique Kerber. Tras esa final del torneo británico, Williams sufrió el 1 de agosto una de las peores derrotas de su carrera al perder 6-1 y 6-0 frente a la británica Johanna Konta en el Silicon Valley Classic de San José. Nunca había sido humillada de esa manera y por lo que ha contado lo pasó fatal. Y hace unos días, Serena Williams se retiró de la Rogers Cup por la que competía en Canadá alegando «razones personales».

HEROÍNAS / Ella misma desveló los motivos en un emotivo mensaje dirigido sobre todo a las mujeres en su cuenta de Instagram, un canal muy utilizado por la tenista para expresar sus sentimientos y buscar la empatía de otras mujeres en situaciones parecidas, junto a una imagen en la que aparece mirando la salida del sol. «La semana pasada no fue fácil para mí. No solo estaba aceptando algunas cosas personales difíciles, sino que simplemente estaba en un caos. Principalmente sentí que no era una buena madre», explicó en un post en el que se sincera ante sus numerosos seguidores.

«Leí varios artículos que decían que las emociones posparto pueden durar hasta tres años si no se tratan. Hablando sobre esto con mi madre, mis hermanas y mis amigos, sé que mis sentimientos son totalmente normales. Es normal sentir que no estoy haciendo lo suficiente por mi bebé —prosigue Williams—. Trabajo mucho, entreno y trato de ser la mejor atleta. Sin embargo eso significa que aunque he estado con ella [su hija Alexis Olympia] todos los días de su vida, no estoy tanto como me gustaría. La mayoría de quienes son madres lidian con lo mismo. Se queden en su casa o estén trabajando, encontrar ese equilibrio con los niños es un verdadero arte», prosiguió.

El largo mensaje acaba con un deseo de ánimo a las madres y en un tono más alegre que el resto del post: «Ustedes son las verdaderas heroínas. Estoy aquí para decirles: si tienen un día o una semana difícil, no pasa nada, ¡yo también!».