Responde desde el valle de Monterrey, en Verín (Orense). Roberto Verino ha donado tejido y patrón para confeccionar batas destinadas a los hospitales gallegos.

-La bata es resistencia, lucha.

-Y ayuda. El ser humano tiene capacidad de sobreponerse a las adversidades y la única forma de salir adelante es tener un espíritu combativo y optimista. No hay otra fórmula. Y se lo dice una persona con los 75 a punto de caer, que sabe más el diablo por viejo que por diablo. Así que vamos a volcarnos en salvar vidas que es ahora mismo lo primordial, en pensar en la gente que lo está pasando mal, en los que han perdido a un ser querido. Vamos a ayudarnos a salir de esto y lo demás se va a arreglar, como se ha arreglado siempre.

-¿Cómo se han organizado para ayudar a los hospitales?

-Antes de decretarse el estado de alarma, volviendo de México, me explicaron la situación y las carencias, aquí en el hospital de Verín, y vimos que había que echar una mano. Nosotros aportamos el tejido y el patrón, otras empresas lo cortan y otros lo confeccionan, una cadena.

-¿Olvidaremos esta pesadilla?

-Tristemente, sí. Porque esta lección nos debería hacer reflexionar mucho y tenemos memoria de pez. Esta crisis es también consecuencia de nuestra falta de rigor y de compromiso con la naturaleza, algo que yo personalmente trato de defender desde hace mucho tiempo.

-Nos hemos metido en casa con la ropa de invierno y saldremos con la de verano. Ese cambio de armario ¿qué le sugiere?

-Siempre he defendido los armarios inteligentes. Hay que ser muy cuidadoso para no caer en el despilfarro. He buscado hacer unos buenos básicos de altísima calidad, con algo que fuera más allá del simplemente vestirse. Me interesa mucho ese ejercicio de racionalidad y de contención, que hoy más que nunca es un dilema global.

-Modesto Lomba, presidente de la ACME (Asociación de Creadores de Moda), cifraba en 90 millones de euros las pérdidas de sus más de 50 asociados en el mes de abril.

-De cifras no le puedo hablar porque no me ocupo de ellas. Estoy trabajando en la parte creativa, buscando soluciones para que lo que hagamos le interese a nuestro consumidor. Es lo que ilusiona. Tengo la vista puesta en la primavera del 2021.

-Ha vivido momentos complicados. Pienso en la anterior crisis económica, que le pilló en plena expansión internacional.

-Yo me formé en París y regresé a Galicia y monté la empresa aquí, algo que podría considerarse una aberración. Y lo hice para que la gente no tuviera que marcharse del pueblo, emigrar. Con esto lo que le quiero decir es que siempre he tenido tendencia a complicarme la vida, porque lo fácil lo hace cualquiera.

-¿Y no aparca los bocetos?

-Ojalá tenga energía y capacidad para continuar muchos años. Lo digo siempre: quiero seguir trabajando hasta los 98 años y luego tomarme algunos años sabáticos. A mí el trabajo me ayuda a ser más persona, a ser más feliz y a sentirme más querido. Así que espero haber heredado los buenos genes de mis abuelos paternos y maternos y de mis padres.

-Lagerfeld detestaba el chándal y el pijama. Usted tampoco los aconseja para el confinamiento.

-Absolutamente. Esta situación excepcional no nos tiene que volver unos conformistas. Nada mejor que ponerte bien guapo o guapa para las personas que vas a ver, aunque sea por Skype.

-¿La moda ayuda entonces a la autoestima?

-Por supuesto. Lo que pasa es que a veces hay un juego un tanto perverso porque seguir la moda no le sienta bien a todo el mundo, o no sienta como debería porque te puedes llegar a disfrazar, a mostrarte como no eres. Mi trabajo también consiste en lograr unas prendas que estén al margen de las tendencias, que perduren. En mi balanza pesa más la ética que la estética.

-Y los grandes desfiles, ¿quedarán tocados?

-En el 2016, tomé la decisión de hacer see now buy now (lo veo, lo compro). Y esa estrategia me ha llevado también a prescindir del desfile convencional, de la pasarela. Este año hice una presentación con clientes y prensa en Madrid y México. Las nuevas tecnologías nos permiten llegar rápido a quienes de verdad nos pueden interesar. Ese es el futuro, centrarte en los clientes fieles. Los desfiles tal y como los hemos conocido hasta ahora tienen los días contados.