Radiotelevisión Española (RTVE) ha cerrado el año en números rojos, pero ha conseguido que esta deuda se haya reducido en un importante 46,5%. Según ha informado la corporación estataleste martes, 31 de enero, su deuda acumulada en el 2015 era de 86,2 millones de euros, que han pasado a 46,1 millones, en el cierre del 2016.

"Se trata del mejor cierre anual de tesorería de los últimos cuatro años, a excepción del 2014, ejercicio en el que los flujos de caja se vieron sustancialmente incrementados, tanto por la aportación de SEPI destinada a la recapitalización de la compañía, como por la venta de inmuebles", destaca RTVE en su nota.

Según la dirección de la corporación, el dato de la deuda resulta "especialmente relevante", por cuanto la previsión de ingresos procedentes de las aportaciones de los operadores de telecomunicaciones y de televisión resulta nuevamente inferior a lo presupuestado. Y todo ello, además, en un ejercicio en que hubieron de afrontarse mayores esfuerzos en la oferta de programas, incluida la cobertura de los Juegos Olímpicos.

Así, RTVE cierra el 2016 cumpliendo, por segundo año consecutivo, con el límite de gasto establecido en los Presupuestos Generales del Estado, fijado en 973,93 millones de euros.

OPTIMISMO

En la reunión del Consejo de Administración de RTVE, celebrado este martes, el presidente de la corporación, José Antonio Sánchez, ha asegurado que la actual situación financiera de RTVE "permite afrontar el futuro con mayor optimismo".

Sánchez ha explicado que la reducción de la deuda está relacionada con el buen comportamiento de todas las partidas, suficiente para compensar el ligero aumento experimentado por los gastos de programas, tanto de televisión como de radio, cuyo importe alcanzó los 341,5 millones de euros, incluidos los correspondientes a la cobertura de los Juegos Olímpicos de Río (55 millones de euros).

Los gastos de personal, por su parte, se reducen en dos millones de euros sobre lo previsto, circunstancia que se observa por primera vez en varios años. También se comportan en esta línea el resto de partidas de gasto, destacando entre ellas las amortizaciones, que descienden un 8%.