Poco a poco se van despejando las incógnitas que quedan en torno a la boda de la exactriz estadounidense Meghan Markle, de 36 años, y del príncipe Enrique, de 33. Las casas de apuestas británicas apostaban fuerte hace unas semanas por Alexander McQueen, la firma que vistió a Kate Middleton el día de su boda con el príncipe Guillermo. Pero parece que finalmente no será así. Una fuente cercana a la familia real británica ha asegurado que la futura duquesa de Sussex habría elegido a Ralph & Russo la semana pasada para confeccionar el que será el vestido de la boda del año en Inglaterra.

Este era otro de los nombres que se barajaban puesto que Meghan ya insinuó su preferencia por esta marca el pasado diciembre en las fotos oficiales de compromiso con Enrique que disparó el fotógrafo Alexi Lubormirski en los jardines de Frogmore House, cerca del castillo de Windsor, donde se celebrará el enlace el próximo 19 de mayo.

PRECEDENTE CERCANO / En aquella ocasión Meghan lució un vestido con volantes de esta pareja de diseñadores que no dejó indiferente a nadie, sobre todo por el precio. La pieza, formada por una falda de volantes negros de organza y cuerpo de tul con detalles en dorado, costaba 64.000 euros y fue comprado de forma privada. Tamara Ralph y su marido Michael Russo, que ni confirman ni desmienten, son un dúo de diseñadores de origen australiano instalados en la capital británica que se han especializado en vestidos de alta costura confeccionados a medida, también en opulosos trajes de novia que el caso de Meghan combinaría un estilo clásico con algún elemento más actual y que podría alcanzar los 450.000 euros.

La pareja presenta sus colecciones de alta costura desde el año 2014 en París, lo que hizo de Ralph & Russo la primera firma británica en ser admitida en esa pasarela. Tienen tienda en la capital francesa y en Londres. En la avenida Sloane es donde está el taller, donde reciben con cita previa y donde trabajan unas 300 personas. También venden en los almacenes Harrods. Además cuentan con una línea de pret-à-porter y complementos como bolsos y zapatos. Y venden on line.

Sus diseños couture se han visto en numerosas alfombras rojas. Y sus trajes de novia elaborados a partir de tejidos nobles, suelen contar con transparencias, pedrería, plisados, drapeados y hasta cascadas de volantes. Los precios del prêt-à-porter de la marca van de los 1.300 a los 30.000 euros y las piezas de costura cuestan un mínimo de 55.000 euros.

Detrás de los diseñadores Tamara Ralph y Michael Russo también hay una historia de amor. Michael era un banquero australiano que trabajaba en Londres cuando conoció a Tamara, una graduada del Instituto de Diseño Whitehouse de Melbourne. Fundaron su marca en el año 2007 y abrieron su primera tienda con una máquina de coser y una única clienta.

ESPALDARAZO / Así que no está nada mal si se piensa que una década han podido levantar una gran firma y crear vestidos para artistas como Beyonce, Angelina Jolie, Rihanna y Alessandra Ambrosio y Heidi Klunt en la última ceremonia de los Oscar. Este 2018 planean además abrir 12 boutiques entre Estados Unidos, Asia y Oriente Medio, así que el espaldarazo del encargo de Meghan sería para ellos definitivo.