Como parte de sus trances con las drogas y la forma en que influyeron en su estado creativo y en su vida personal, Paul McCartney contó que esto lo marcó, ya que el ex Beatle fue mucho más allá y aseguró que al tomar un alucinógeno vio a “Dios" y sintió toda su “grandeza”.

Pero aseguró que esto no fue solo el resultado de una alucinación, sino que el artista de 76 años dice que fue una sensación inigualable. "Una vez tomé una droga, la DMT. Eramos el galerista Robert Fraser, yo y otras dos personas. Quedamos inmediatamente clavados al diván. Y yo vi a Dios, esta increíble cosa elevada y quedé tocado", aseguró McCartney en declaraciones al diario Sunday Times.

La N-N-dimetiltriptamina o DMT, es un alucinógeno que es producido de modo natural en plantas, animales y también el cuerpo humano, explica la agencia ANSA y si se la fuma o se inyecta, induce a "viajes" intensos y abstractos, en muchos casos llevando a quien la consume, a hablar de experiencias casi extracorpóreas.

SINTIÓ ALGO SUPERIOR

Esto coincide con lo que narró el ex Beatle de su experiencia con esta droga, ya que aseguró que fue algo "enorme.... una pared enorme que no podía ver desde arriba, y yo estaba abajo. Y cualquiera diría que es solo la droga, la alucinación, pero sentimos que habíamos visto algo superior".

La “aparición de Dios fue un momento emocionante", afirmó el músico, algo como "un indicio" que sucedió tras la muerte de su esposa Linda. Además, narró más detalles de su experiencia y dijo que “se encontraba en el campo y vio a una ardilla blanca”, tras lo cual está convencido de que ese animal era "Linda, que volvió a mí para darme una señal".