Llega en un coche tintado negro, viste de negro, usa Ray-ban negras, zapas negras y saca una pequeña cámara compacta para hacer una foto a los periodistas que esperan hablar con él. Es Norman Reedus, el Daryl Dixon de la serie norteamericana 'The Walking dead', que ya arrastra su séptima temporada y hordas de seguidores en todo el mundo.

Expone en Barcelona hasta el 1 de abril sus fotografías (en la galería Artevistas de Barcelona, Passatge del Crèdit, 4), aprovechando la gira que la cadena Fox le ha montado por varias ciudades europeas y en la que han participado también Andrew Lincoln (Rick) y Jeffry Dean Morgan (Negan). "Ha sido una locura en todos lados, pero en Madrid la otra noche fue la hostia. Tuvieron que acordonar el cine Capitol y había hasta policía. La gente estuvo esperando horas. Parecía que iban a ver a U2", recuerda este hombre nacido en Hollywood hace 48 años que, aunque lleva a sus espaldas un buen número de títulos de cine, la popularidad le llegó matando muertos vivientes con su ballesta y huyendo en moto en un mundo postapocalíptico.

Las motos son precisamente su locura junto a la pintura y la fotografía. "Cuando el rodaje me deja, cogemos unas harleys y recorremos Estados Unidos para grabar 'Ride', un programa que combina el viaje y experiencias varias. A mí me da mucha paz", explica sentado, fumando y bebiendo una cerveza junto a sus fotos, que son tensas, desconcertantes, agresivas incluso. Una joven en bikini con una máscara en una playa -"colecciono máscaras"-. Una serie en blanco y negro con una mujer desnuda amordazada. Un enano en la puerta de un tendetere circense. Una chica sentada en un sofá y cubierta de sangre tipo 'Carrie'. Una prostituta rusa. Los precios oscilan, según el formato, entre los 900 y los 2.200 euros. "Muchas de ellas las he tomado durante los rodajes. Esos dos chicos y el gato la hice en una cárcel de máxima seguridad en Rusia. Es una de mis favoritas", explica, todo amabilidad.

CON LOS ZOMBIS

En una de las fotos aparece él haciendo la peineta junto a varios zombies en el suelo. También hay otra, titulada 'pink lady' en la que se ve a una zombie tomando un refresco bajo un paraguas rosa."Hay mucho ratos de descanso en un rodaje", suelta a modo de explicación. "Y yo soy un tío inquieto, me gusta estar siempre muy atento a lo que pasa a mi alrededor, duermo poco, ya sabe". ¿Y cómo sería la foto que haría del actual gobierno de Estados Unidos? "No lo sé, en claroscuro, extraña".

Reedus, que al principio compaginó su trabajo como actor con la moda e hizo de modelo para Prada, Alessandro Dell'Acqua, Levi's, GAP, H&M o Lexus, "era divertido, aunque a mí dame una chupa de cuero, no quiero más" confirma dos aspectos más. Uno es profesional: al principio de la serie, uno de los guionistas sugirió que su personaje fuera un gay metido en el armario. "Aunque aquello se quedó ahí aparcado". El otro es personal: "Sí, pasé un tiempo en Sitges. Pintaba gatos. No sé ahora, pero entonces había gatos por todos lados, así que yo pintaba gatos".

A la salida le esperan un grupo de jóvenes para hacerse un selfie con él. Accede amablemente aunque poco antes haya dicho que no le gustan demasiado y que él prefiere tirar de cámara. Tiene un centenar. Por cierto, la de hoy es completamente negra.