Desde que el príncipe Enrique hizo público su romance con Meghan Markle, que entonces triunfaba por su papel en la serie Suits, ha tenido que enfrentarse a muchas voces contrarias a tal relación. El primero de ellos, su propio hermano, el príncipe Guillermo, que recibió la noticia con un «¿Estás seguro?». Ahora, también ha trascendido que su abuelo, el duque de Edimburgo, trató de evitar que la pareja llegase hasta el altar.

En un reportaje publicado en The Sunday Times se explica que Felipe, el marido de la reina Isabel, de 98 años, no estaba conforme con la decisión de su nieto, no entendía cómo podía casarse con una «plebeya» de origen norteamericano. Al ver que el joven iba en serio con su novia le advirtió: «Uno sale con actrices, pero no se casa con ellas». Consejo que no tuvo en cuenta, en absoluto, el hijo pequeño del príncipe Carlos y Lady Di, de 34 años. Al final hubo boda real con Meghan, de 37. Fue en mayo del año pasado.

Muy unidos / A pesar de todo, los lazos entre Felipe y Enrique siguen siendo muy fuertes. El duque de Edimburgo no se perdió el enlace de su nieto, al que acudió por sorpresa ya que se estaba recuperando de una operación de cadera. Felipe fue también una de las primeras personas en conocer, un año después, a Archie, el bebé de los duques de Sussex. La mamá ha hablado de ese primer encuentro en una reciente entrevista en la que ha explicado: «Nos topamos con el duque un día cuando dábamos un paseo con el bebé, y fue muy agradable». Además, la semana pasada, Enrique y Meghan felicitaron el cumpleaños al patriarca de la familia real británcia en su cuenta de Instagram.

A propópsito del consejo del duque de Edimburgo a su nieto, The Sun ha aireado esta semana el pasado amoroso del marido de la reina británcia. «¿Estaba hablando por propia experiencia?», se pregunta el tabloide.

Los ‘affaires’ de Felipe / En el pasado, el apuesto duque Felipe se dice que tuvo varios romances con estrellas de cine, como la actriz y cantante de musical británica Pat Kirkwood, cuyas piernas eran conocidas como «la octava maravilla del mundo». Para más inri, la chica tenía un sorprendente parecido con la joven princesa Isabel. Se supone que mantuvieron un romance en 1948, cuando la reina estaba embarazada de Carlos. La actriz, que murió en el 2007, era por aquel entonces novia del fotógrafo Baron Nahum y frecuentaba el mismo club donde solía acudir los jueves de fiesta el duque de Edimburgo. «Kirkwood siempre negó la aventura y criticó la negativa del duque a hacer lo propio», dice el artículo, que recuerda que durante años ambos mantuvieron un contacto privado por correspondencia.

Al duque también se le atribuye otro romance con la actriz británico-asiática Merle Oberon, alias Queenie, que estuvo nominada al Oscar; con la griega de origen francés Hélène Cordet, una amiga de infancia con la que compartió muchos veranos, y las británicas Katie Boyle y Anna Massey, entre otras.

En la exitosa serie The Crown (disponible en la plataforma Netflix), sobre el reinado de Isabel II, quedan apuntadas, aunque sin entrar en detalle, algunas de estas presuntas infidelidades del duque de Edimburgo.