Meghan marca distancias de nuevo con su cuñada. Según The Mail on Sunday, ha renunciado a los ginecólogos de la casa real porque no quiere que «hombres con traje» supervisen el nacimiento de su primer hijo, previsto para las próximas semanas. En lugar de Alan Farthing y Guy Thorpe, los ginecólogos que asistieron a Kate Middleton en los partos de sus tres hijos, Meghan contará con su propio equipo, liderado por una mujer. «Se mantuvo firme en que quería a su propio equipo, lo que a unos cuantos de nosotros nos dejó perplejos porque esos médicos son lo mejor de lo mejor», asegura una fuente anónima de palacio. Además, los médicos de la casa real no cobran aparte, «mientras que un nuevo equipo de especialistas costará decenas de miles de libras», algo que será interpretado como una nueva excentricidad. Meghan dará a luz en un hospital cercano a su nueva casa en Windsor, Frogmore Cottage.