Meghan Markle, que este sábado ha cumplido 37 años, ha estado de boda junto a su marido, el príncipe Enrique. ha sido una invitada más en la boda de Charlie Van Straubenzee, uno de los mejores amigos de la infancia del príncipe Enrique, con su novia Daisy Jenks, una celebración que ha tenido lugar en el condado inglés de Surrey, a unos 50 kilómetros de Londres y en la que el príncipe Enrique ha ejercido de 'best man', de padrino.

Una vez más, la duquesa de Sussex ha vuelto a deslumbrar con el vestuario elegido para la boda, la primera a la que acude tras celebrar la suya con el príncipe Enrique el pasado 19 de mayo en el castillo de Windsor. Meghan ha apostado por una falda plisada en combinación de tres colores con un top de seda en negro. Como complementos un vistoso tocado de Philip Treacy, el sombrero fetiche de la familia real británica, y unos 'stilettos' negros con un lazo en el talón, realizados en piel, y de la firma Aquazurra.