Meghan Markle no se quiso perder la final de tenis en la que su amiga Serena Williams jugó este sábado la final del Us Open de Nueva York contra la canadiense Blanca Andrescu.

A pesar de la derrota de la tenista estadounidense, la duquesa de Sussex se mostró divertida y relajada charlando con los que se sentaban a su alrededor, entre ellos Alexis Ohanian, marido de Serena; Anne Wintour, la editora jefa de la revista Vogue, donde Markle realizó una colaboración especial editando el número de septiembre, y Patrick Mouratoglou, entrenador de Williams.

Aunque el objetivo del viaje no era otro que acompañar a su amiga Serena en este importante torneo, Markle también aprovechó para disfrutar de otra de sus grandes pasiones: el yoga. Según ha informado Hello!, decidió combatir el jet lag acudiendo a Modo Yoga, un estudio situado ubicado en una de las zonas más exclusivas, el West Village, donde compartió clase con unas 60 personas.