La anorexia es un trastorno de la conducta alimentaria donde quien lo sufre limita de forma excesiva las cantidades de alimento que ingiere con el fin de adelgazar, incluso cuando ya se encuentra en infrapeso. Esto se debe a que se percibe en el espejo con un peso superior al que tiene. Esta enfermedad puede llegar a causar la muerte. A nivel social es muy conocido. Sin embargo, en el polo opuesto aparece un trastorno que aún se desconoce, la megarexia. En esta enfermedad, no hay una concepción real del peso, existiendo una obesidad peligrosa. Sienten que su físico es correcto, comen en exceso, el peso no para de crecer y no tienen todos los nutrientes necesarios, ya que su alimentación es muy desequilibrada.

En el mundo la obesidad se consolida como la pandemia del siglo XXI. Una enfermedad que no para de crecer y que afecta a cada vez más personas. Del total, la Asociación Americana de Psiquiatría estimó en un estudio que un 85% sufrían megarexia. Además, vieron que, de cada persona que sufre anorexia, hay diez que están en el polo opuesto. Un trastorno psicológico que se extiende y que no es únicamente un problema físico, como es el tener un peso por encima de lo saludablemente recomendado, sino que estaríamos hablando de una alteración mental con graves consecuencias.

PERCEPCIÓN CORPORAL

Lo que hacemos con nuestro cuerpo está directamente relacionado con la percepción que tenemos de él. Cuidarnos, comer un determinado grupo de alimentos o ir al gimnasio obedece a la necesidad de promover nuestra salud o restaurarla. Para ello, debe haber una correcta percepción sobre nuestra autoimagen, algo que aparece distorsionado en aquellas personas que sufren trastornos de la conducta alimentaria. La anorexia o la megarexia son dos polos opuestos de una misma realidad: la persona es incapaz de ver su cuerpo en el espejo tal y como verdaderamente es. En el primer caso, la persona, sea cual sea la cifra de la báscula, siempre se verá con sobrepeso, mientras que, en el segundo caso, ocurre lo contrario. Una llevaría al infrapeso y la otra a la obesidad. Pero el resultado para ambas podría ser el mismo, un riesgo en la salud que conduciría a la muerte prematura.

La megarexia hace que la persona no sea consciente de la imagen que proyecta. Cree que está dentro de la normalidad y se encuentra cómoda con su cuerpo. Esto hace que no haya un cuidado correcto del cuerpo. La persona empieza a ingerir grandes cantidades de comida insana, lo que favorecería la malnutrición, no practicaría una actividad física regular y su peso seguiría creciendo, poniendo en riesgo su salud.

RASGOS CARACTERÍSTICOS

No todas las personas con obesidad son conscientes de las consecuencias reales que hay de mantenerse en eso peso, por lo que no buscarían la ayuda especializada necesaria. En estos casos podemos encontrar a las personas que sufren megarexia que, al tener alterada su percepción corporal, no sabrían ver el peligro de sus acciones.

Es importante que, tanto si tenemos a una persona con este problema a nuestro alrededor como si se trata de nosotros mismos, sepamos identificar esta patología. Reconocerla a través de los siguientes síntomas nos hará conscientes de que hay un problema y podremos buscar ayuda:

- Creen que su peso se encuentra dentro de lo normalidad o, como mucho, algo por encima.

- No admiten padecer obesidad.

- No creen necesitar ayuda nutricional y psicológica.

- La alimentación es insana, en cantidades elevadas.

- No hay un control del peso a través de la báscula.

- Oculta su imagen y no quiere aparecer en fotografías de cuerpo entero.

- Creen que el deporte es algo estético y no necesario para la salud.

La megarexia es una de las causas de la obesidad. Su presencia se desconoce aún a nivel social por lo que impediría la búsqueda de ayuda y la perpetuación del problema, con las graves consecuencias que la siguen. Sus síntomas nos facilitarían la búsqueda de ayuda y apoyo.